AL OTRO LADO DE LAS CADENAS
Capítulo 1 ?Eh transmigrado a otro mundo?
*café, café*
El aire era pesado. Cada bocanada de aire que intentaba tomar se atascaba en mi pecho como si mis pulmones se negaran a seguir funcionando. El sabor a sangre en mi boca confirmaba lo inevitable
Mi cuerpo tembloroso apenas podía moverse pues estaba atado en una silla, rodeado de oscuridad solo interrumpida por la tenue luz del foco en la habitación.
Una vida normal…-susurre con la voz rasposa mientras una tos violentamente sacude mi cuerpo.
Siempre había querido eso. solo eso. nada extraordinario, nada imposible. Una casa, una familia, un lugar al cual pertenecer. Pero…?cuando fue que todo empezo a ir mal?
Una carcajada amarga escapao de mis labios, mezclándose con el sonido de mi propia agonía.
-que estupidez…- me burle de mi mismo-toda mi vida ha estado mal desde el principio
Mis padres…. ?Quienes eran? Nunca los conocí. Me abandoné cuando aún era un bebe, dejándome a merced del sistema, del mundo cruel que nunca me ofreció más que violencia. Ese fue el inicio de todo.
Recuerdo que cuando tenia 7 o talvez 8, la televisión parpadeaba en la sala del orfanato, emitiendo un dibujo animado y yo estaba absorto en el episodio que se transmitía, no me importaba que el televisor fuera viejo ni que la imagen se distorsionara.
-apagalo- susurro un ni?o a mi lado mirándome con nerviosismo- si el tio Frank entra, nos va a castigar.
Yo no aparte los ojos de la pantalla, solo quería ver un poco más. Solo un poco. Era una escena emocionante.
-Solo un rato más…-murmure
Pero el crujido de la puerta al abrirse helo mi sangre.
-??Quién carajo dejo esa porquería encendida?!-bramo el tio Frank.
Entonces sentí como mi cuerpo se paralizaba, pero antes de que pudiera reaccionar, una mano aspera me tomo del cuello de mi polera y me levanto del piso.
-?otra vez tu, maldito mocoso? Te dije que no desperdiciaras la electricidad.
Intento explicarme, pero no tuve oportunidad. El primer golpe me hizo ver estrellas, luego el segundo y tercero… perdi la cuenta, cuando todo terminó, apenas pude arrastrarme hasta el colchón en el rincón del dormitorio. El dolor en mi espalda y piernas era insoportable. No pude sentarme durante tres días.
En el orfanato no había adultos que se preocuparan por mi. Frank y su esposa manejaban el lugar con pu?o de hierro y Carmen, aunque no los trataban mal, tampoco nos defendía. No podía darme cuenta del lujo de hacerlo cuando tenía un hijo propio al que criar.
A diferencia de los demás ni?os que jugaban en los pocos ratos libres, yo y los demás huérfanos vivíamos bajo una regla cruel, si queríamos comer teníamos que mendigar.
-no me importa como lo hagan- les decía Frank cada ma?ana- pero si no traen menos de esas cantidad… ya saben lo que pasa.
Esa era la monotonía del orfanato, pero hubo una ma?ana en donde nos ordenaron vestirnos con ropa limpia y nos dieron comida.
-?Por qué?- pregunto un ni?o a mi lado mientras mordia un pedazo de pan con mantequilla.
Otro mas mayor respondio- el alcalde viene con periodistas-en un susurro- quiere tomarse fotos con nosotros.
Y así fue. El alcalde llego con una comitiva, trayendo viveres, juguetes y sonrisas falsas. Las cámaras parpadearon mientras los ni?os sonreían con timidez. Cuando se fueron, la comida también lo hizo. Y al día siguiente Frank los puso a mendigar como siempre.
Mendigar era su vida, pero la escuela… la escuela era un respiro.
Frank los obligaba a asistir, no por bondad, sino porque alguna ley lo obligaba. Era una molestia para el, pero para mi, significabas horas lejos de la calle, un momento en el que no tenia que extender la mano para recibir el desprecio de la gente. Aunque la escuela tambien era difícil, al menos podía sentarme en un aula sin miedo a que alguien me golpeara por no traer suficiente dinero.
Sin embargo a los 10 a?os vivi algo que deasearia olvidar.
Una noche, Frank llego borracho. Mas de lo normal. Se tambaleaba y arrastraba las palabras, pero lo peor no fue eso. fue lo que intento hacer.
Entonces yo como otros despertamos con los susurros y sollozos de una ni?a. Mi estomago se revolvió al ver a Frank acercarse a ella. Pero antes de que pudiera reaccionar, alguien mas lo hizo.
Un chico, uno de los mayores, de quizá 13 a?os, se lanzo sobre Frank.
-?Dejala en paz, maldito!
Pero un ni?o nunca podría contra un adulto.
Frank lo golpeo con tanta fuerza que cayo al suelo de un solo golpe. Luego siguió patada tras patada, pu?o tras pu?o. Los demás ni?os miraban, congelados por el miedo, sabiendo que si intentaban intervenir, les pasaría lo mismo… incluyendome.
Cuando todo termino, el chico ya no respiraba. Y Frank nos amenazo si decíamos alguna palabra, esa noche se llevo su cuerpo, y nunca mas volvimos a verlo. Esa noche entendí que si quería sobrevivir, tenia que irme de ese infierno.
A los 14 a?os yo y otros dos ni?os encontramos la oportunidad perfecta. Fran siempre tenia dinero escondido, lo suficiente para vivir cómodamente mientras nosotros sufríamos. Asi que una noche mientras el hombre dormia borracho, entramos a su habitación y lo robamos y huimos tan rápido como pudimos.
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Pero ?A dónde ir? No teníamos familia, no teníamos hogar. La única opción fue la calle… y la calle tenia sus propias reglas.
Una pandilla nos encontró antes de que muriéramos de hambre. Al principio, solo eramos jóvenes que robaban para sobrevivir. Peque?os hurtos, carteras, tiendas descuidadas. Yo no tenia miedo de ensuciarme las manos, porque la vida nunca me habia dado otra opción.
Pero aunque robaba en la calle, seguía yendo a la escuela. Al principio, solo para pasar el rato y verme con mis dos novias, chicas con las que jugaba a sentirme querido.
Asi pasaron los a?os. Ya en secundaria, una profesora comenzó a fijarse en mi. No porque le importara mi historia, sino porque llegaba borracho o faltaba demasiado.
-Una mas, Ivan- me advirtió un dia- una vez mas que llegues asi, y hare que te expulsen.
Eso me asusto, no porque me importara la escuela, sino porque disfrutaba estar ahí con mis amigos y las chicas.
Hice un ultimo esfuerzo, fue ahí cuando me di cuenta de algo sorprendente: apreder y estudiar no era tan difícil.
Con el tiempo, mi profesora dejo de verme como un caso perdido y comenzó a apoyarme. Me daba materiales, me ayudaba con mis tareas, incluso me consiguió libros cuando noto que tenia interés.
A los 19 casi 20 a?os, fue logre graduarme del colegio.
Fue la primera vez en mi vida que logre algo por mi mismo.
Ya a los 20 quise salir de la pandilla, pero salir no era tan fácil.
Entrar a la pandilla solo habia requerido una botella de alcohol barato y un par de peleas para probar que tenia agallas. Pero salir… salir era casi imposible.
Lo intente de la única manera que crei que era posible: escapar de la ciudad. Si desaparecia sin dejar rastro, talvez me dejarían en paz.
Consegui algo de dinero, suficiente para un boleto de autobús a cualquier parte. No tenia un destino claro, solo quería largarme de ahí. Pero alguien me vendio.
Nunca supe quien fue, solo que una noche mientras caminaba para llegar a la terminal, un grupo de tipos me estaba esperando. Tipos que habia llamado cuates o amigos durante a?os.
-?A dónde ibas Ivan?- pregunto uno de ellos con una sonrisa torcida.
No alcance cuando un golpe vino, el cual esquive y respondi. Pero luego vinieron mas personas.
Me escupieron, me rompieron la nariz y como castigo final me destrozaron el pie con una barra de metal.
Cuando desperté, estaba solo en un callejón, con la cara hinchada y un dolor insoportable en la pierna.
No tenia aquien acudir. Por un momento pensé en mi profesora, ella siempre habia estado ahí cuando lo necesite, talves aun me ayudaría.
Pero mi orgullo fue mas fuerte.
A partir de ahí de todo empeoro, trate de conseguir trabajos de medio tiempo, pero no duraba mucho y me botaban. Asi paso un a?o y estuve a punto de rendirme, tampoco quería llamar a la profesora y pedirle ayuda… talvez por mi orgullo.
Fue cuando caminaba por la calle cuando me encontré con un viejo conocido. Un amigo del orfanato quien era mucho mayor que yo, el habia escapado mucho mas antes que nosotros y no lo habia visto por a?os. Al contarle lo que me paso y mi situación, me presento a un hombre quien se ofrecio a darme un trabajo. Pero quien hubiera imaginado que ese trabajo me llevaría a mi situación actual.
Aun en mis pensamientos escucho unos pasos viniendo en mi dirección.
-?parece que el bastardo aun sigue con vida!-dijo una voz gruesa.
En este momento estaba atado en una silla y aunque me gustaría levantar la cabeza para verlo, estaba muy cansado.
Si, quien hubiera imaginado que te cansas tanto, cuando te golpean durante varios días… o talvez solo sea por la pérdida de sangre. El hombre se me acerco y lentamente levanto mi barbilla.
Lentamente abri mi ojo derecho para verlo, porque el izquierdo ya me lo habian quitado.
-fuuu…-solto una bocanada de humo en mi cara.
*coff, coff*
No pude evitar toser.
-enserio aun no lo entiendo… te di un trabajo cuando nadie más te lo dio, te di comida cuando estabas por morir en la calle y me pagas traicionándome ??sabes cuanta mercancía perdí por tu culpa?!
-yo-o… no-o te debo nada… vete a la mierda-dije con algunas palabras apenas audibles.
-ja,ja,ja-solto una fuerte carcajada-parece que aun tienes energía para hablarme de esa manera ja,ja,ja… pero bueno, fue por esa actitud que te acepte en primer lugar. Desafortunadamente para ti, ya me canse de todo esto. ?Daniel, Jorge! Encárguense de él y arrójenlo al rio-dijo a las dos personas detrás de el.
Antes de darse la vuelta, me miro con unos ojos llenos de ira y acerco su cigarrillo a mi ojo.
-?Aarrrhgg!-Solte un grito de dolor con la poca energía que tenía.
Aunque me ardía y me dolía todo mi cuerpo por estos días de tortura, no sentía ningún arrepentimiento por lo que hice, de hecho incluso me sentía un poco feliz.
Luego de quemarme con el cigarrillo, el hombre salio de la habitación y ya con mi vista borrosa pude ver como Daniel y Jorge se acercaban a mi. No conocía a Jorge pero si a Daniel, de hecho lo consideraba mi amigo ya que pasábamos mucho tiempo juntos en el pasado. Si tan solo me hubiera dicho de que se trataba este trabajo jamás lo hubiera aceptado.
Yo nunca fui una buena persona, eso lo sé muy bien, pero tampoco era una persona que asesinara o tratara de arruinar la vida de otro por completo, pues a lo mucho habia llegado a robos…no digo que mis crímenes fueran menos. Pero tampoco cruzaban una línea.
-?maldita sea Ivan!, ?Por qué tenias que hacerlo?-dijo Daniel con un poco de dolor en sus palabras.
Con la vista borrosa, lo mire y sonreí “porque eso era lo correcto ?verdad profesora?” pensé antes de responder - po-orque.. ellas también… eran personas.
-?tch!... ?y que si son personas?, ay un monton de mujeres en cualquier lugar. Ya me canse de esto, Daniel trae ese fierro lo hare rápido solo porque era tu amigo.
Mientras miraba la silueta de Daniel ir lentamente a una esquina me sentí un poco feliz, no porque iba a morir. Estaba feliz porque dejaría de sentir dolor. Pensándolo mejor, tal vez este es mi castigo por llevar esta vida, aunque es verdad que las libere eso no me hace mejor persona.
Pensar que hace un mes entre al tráfico de personas… solo espero que las chicas que saque de este lugar hayan podido escapar a salvo.
Jorge ya habia tomado el fierro de un metro de largo y se puso detrás mio, aunque sentía miedo por el momento en el que esa barra de metal reventara mi cabeza, solo cerré mis ojos y deje escapar un suspiro.
En mis últimos momentos de vida pensé muchas cosas “ ?Cómo hubiera sido, si no me hubieran abandonado de bebe?... ?o si no hubiera escapado del orfanato a las 15 a?os?...
Fue ahí cuando recordé unas palabras de la profesora.
-la vida no es justa, a veces te golpeara tanto que desearas no haber nacido, pero a pesar de todo… la vida también tiene cosas buenas, un helado en un día caluroso o simplemente echarte en la yerba sintiendo el calor del sol en tu piel… son las peque?as cosas de la vida lo que lo hace tan especial Ivan-
Esas palabras simples que no tenían un significado profundo calentaron mi corazón y sonreí.
Realmente… me hubiera gustado vivir un poco más y conocer las cosas buenas de la vida…
*?PAAAK!*
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?…………………………?
?en donde estoy?....?esta es la otra vida?
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?Maldita sea!...?cuanto tiempo ah pasado?... ?meses quizás? ?O?talvez horas? No estoy seguro.
Estaba en la completa oscuridad y no tenía idea de dónde estaba o que era esto…tampoco se durante cuanto tiempo eh estado acá ya que se siente largo y corto a la vez.
*suspiro*
Realmente... ?es esto es lo que viene después de la muerte, una oscuridad eterna?.
No soy una persona religiosa así que nunca creí en el cielo o el infierno, pero tampoco pensé que el final de todo seria la oscuridad eterna.
Fue cuando estaba en mis pensamientos que una fuerte corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo o es lo que sentía, el dolor fue tanto que si tuviera un cuerpo y una boca gritaría con todas mis fuerzas.
No mucho después con gran dificultad logré abrir los ojos.
-?…dónde estoy?- dije con la voz débil
-?hijo estas bien! ?mi bebe..?Estás bien te duele algo?- pregunto la ?mujer?
No sabia si era una mujer o que cosa era la persona extra?a que me estaba abrazando entre lágrimas, cuando de pronto un montón de recuerdos inundaron mi cerebro causándome otro dolor que me hizo gritar.
-?Agghhh!
Mientras me agarraba la cabeza con mucha fuerza, la mujer salio de la habitación asustada… probablemente yendo a llamar a alguien. Fue entonces cuando el dolor se fue tan pronto como había llegado y supe que estaba pasando o al menos eso creía.
“?eh reencarnado?... no no, ?transmigrado a otra persona?...espera espera, ?siquiera soy una persona!”pense tocando mi cabeza donde se encontraban dos orejas peludas similares a las de un perro o un lobo y rápidamente lleve mi mano a mi trasero, donde unos centímetros más arriba se encontró una cola…-?soy un hombre bestia?...