Nuestra historia comienza en Lukrania, la cual ha sido cubierta por la oscuridad de la noche, oscuridad interrumpida por las luces de la calle y las de un auto que recorre estas últimas. El conductor exhibe una cara que expresa seriedad y compromiso, parece que debe hacer algo importante esta noche. Conduce por el centro, el cual de a poco comienza a descongestionarse.
A medida que el tiempo transcurre se integra en los barrios del sur-oeste, zona de departamentos algo impopular que esta lejos del norte y los puertos de abundancia y más cerca de la vecina Trash City de lo que a la mayoría las personas les gustaría. Se estaciona en frente de unos departamentos y usando unos binoculares observa las ventanas del edificio al otro lado de la calle, se concentra en una en particular, ubicada bajo otras 2 antes de llegar a la azotea, la luz está apagada. Tras unos minutos, donde nadie entra ni sale del edificio, el hombre baja del auto con un bolso y se dirige al callejón donde usa la escalera para incendios para subir a la azotea.
Una vez que llega a la azotea ata un cable que saco de su bolso a un conducto de ventilación y baja por él lentamente hasta la ventana que había estado vigilando. Estaba preparado para forzarla, pero para su suerte esta no tenia seguro, por lo que consiguió entrar sin problemas. La habitación estaba completamente oscura, el hombre entonces busca con dificultad dentro del bolso que traía hasta que encuentra unas gafas de visión nocturna para poder ver sin necesidad de usar luces que llamen la atención. Era una peque?a oficina, un escritorio con una lampara colgando encima, una pizarra para chinches en una pared, la cual tenia fotos de diferentes personas conectadas por hilos, y junto a esta, una puerta de madera de aspecto robusto. La falta de brillo bajo dicha puerta parece indicar que las luces de ese lado están apagadas también, del lado contrario de la habitación hay otra puerta de aspecto mas simple con una peque?a ventana de vidrio opaco en la parte superior, donde las iniciales J.C se hacían presentes. Esta era la oficina del detective privado Johan Crownwell.
El intruso revisa los cajones del escritorio en los cuales encuentra un revólver que guarda en su cintura, luego saca una pistola con silenciador de su bolso y se acerca a la puerta de madera con sigilo. Acerca su mano al picaporte, estaba por intentar abrirla cuando de repente es abierta bruscamente desde adentro, golpeándolo en la cabeza y desorientandolo unos instantes, tiempo suficiente para que el detective salga y le sujeté los brazos para impedirle usar su arma. El intruso forcejea con él y consigue darle un fuerte rodillazo en el estomago, repite la acción hasta que el detective lo suelta, tras esto procede a golpearlo en la cabeza con la culata del arma, cosa que lo tira sobre el escritorio. Crownwell rueda sobre este, tirando varias cosas que tenía encima en el proceso, y se esconde para evitar los disparos de su adversario. Tantea el suelo a oscuros hasta que su mano da con un cenicero, el cual le arroja al intruso y le rompe uno de los cristales de sus gafas. El intruso comienza a realizar disparos al aire sin éxito, aprovechando su distracción, el detective busca inútilmente su revolver en los cajones del escritorio, al no encontrarlo da unos pasos atrás hasta que se topa con su silla, la cual toma y se abalanza contra su atacante para golpearlo. Desgraciadamente se tropieza con su bote de basura, por lo que termina cayendo sobre el atacante y ambos terminan en el suelo.
El intruso, que aun tenia la ventaja de poder ver, se coloca sobre el detective y comienza a ahorcarlo. Crownwell no puede ver nada mas que la leve luz que emiten las gafas de visión nocturna, por lo que trata de golpear a su atacante en donde pueda. Mientras trataba de golpear sus costados y estomago nota el bulto del arma en el cinturón del atacante, por lo que la toma y le da un tiro en el costado que hace que lo suelte y caiga a su lado. Crownwell se reincorpora con dificultad y enciende la peque?a lámpara que colgaba sobre su escritorio, el intruso trata de recoger su arma pero el detective la patea hacia un lado y luego pone su pie sobre su mano.
_ Antes que nada, buenas noches. Ahora, ?quien te envió?_ pregunta el detective con la respiración agitada mientras le apunta con su revólver.
_ No hablaré con una rata traidora _ le responde el intruso mientras aparta la mirada para evitar la incandescencia de la lámpara a través de sus gafas.
_ Ah, si, el gobierno. Eres el tercero del mes, se han vuelto más agresivos últimamente, pensé que el tiempo aliviaba los rencores _ el detective patea la cabeza del intruso para noquearlo.
Tras despertar, el tipo estaba en un lugar estrecho y oscuro, el ruido de un vehículo era claramente perceptible, se encontraba en el baúl de un auto. Tras un viaje de baches que se sentían como pu?aladas gracias a su herida, el auto se detiene tras unos minutos y el detective lo saca del baúl y hace que se arrodille frente a este. Crownwell se recuesta a un lado del auto mientras fuma un cigarrillo, el lugar es un baldío, sucio, rodeado por casas o mas bien chozas, con edificios, no tan glamorosos como los de Lukrania, en el horizonte. Estamos en Trash City.
_ ?Trabajas para el servicio de inteligencia? No recuerdo haberte visto cuando yo estaba ahí _ le pregunta Crownwell, el hombre solo lo observa sin responder _ Mira, chico, como se que solo sigues ordenes te ofrezco la oportunidad de seguir con tu vida, pero a cambio debes responder mis preguntas, hay cosas muy interesantes en las que el gobierno ha participado últimamente y me gustaría estar al tanto _ el hombre sigue sin decir nada _ Si no, la otra es que te quedes acá y disfrutes de la hospitalidad de los lugare?os, mira que acá te ven así maniatado y capaz que hasta te hacen la cola _ le dice con una sonrisa maliciosa, sigue sin recibir una respuesta _ Bueno, no fue un placer conocerte _ agrega y abre la puerta de su auto.
_ Para _ responde por fin el hombre _ ?Que querés saber?_.
_ Ah, bien, nos vamos poniendo en sintonía _ dice el detective mientras se le acerca, pero entonces el hombre desata sus manos y toma un trozo de vidrio del suelo y lo usa para amenazar a Crownwell.
_ Me taladraron la cabeza por meses con como hacer ese tipo de nudo y como desatarlo de ser necesario. ?Te crees vivo? Solo sos una rata, sin principios, te mueve la plata _ dice el hombre mientras se toma el costado donde está herido.
_ Tengo más principios que tú, no traicione a la agencia solo por la plata, ?fue un incentivo? Si, lo reconozco, pero créeme, son peores de lo que puedes imaginar _ dice Crownwell mientras evalúa la situación.
_ No soy tan pelotudo para confiar en vos. Dame las llaves del coche, dale _.
_ Bien, bien _ el detective saca las llaves del bolsillo de su gabardina y las arroja al suelo frente al agente, este se agacha con dificultad para alcanzarlas sin dejar de apuntar el trozo de vidrio al detective. Tras recogerlas sube al auto y se apresura a encenderlo, sin éxito.
_ Uh, discúlpame, pensé que querías tus llaves _ le dice Crownwell con una sonrisa, el agente baja del coche, sabe que ya está condenado pero aun asi arremete como puede contra el detective. Johan esquiva con facilidad sus ataques, luego saca su arma y su atacante cae abatido, pero no fue él. Crownwell se gira rápidamente y apunta al origen del disparo, de las sombras emerge un hombre rubio, con pantalón, guantes y suéter negro.
_ Espero no haber interrumpido algo _ dice con una gran sonrisa.
_ Siempre donde no te llaman... _ responde Crownwell y luego camina hacia él para darle un fuerte apretón de manos _ ?Que haces? Tanto tiempo, pensaba que capaz te habían matado _.
_ Para matarnos a nosotros precisan más que esto _ dice refiriéndose al agente muerto.
Los hombres suben a sus autos y conducen hasta un bar ya en el territorio de Lukrania. El rubio se llamaba Marco Luther, fue compa?ero de Crownwell en los servicios de inteligencia y al igual que él dejo de trabajar para ellos tras traicionarlos.
_ Y, Marquito, ?cómo te trata la vida?_ preguntó Crownwell y tomó un trago de whisky.
_ Sobrevivo por ahora, siempre algún trabajo sale, más en estos tiempos locos _ respondió Marco _ Hablando de eso, ?estás ocupado en estos días?_.
_ Eh..., más o menos, probablemente deba mudarme a otro lado donde esas lacras no me encuentren _.
_ Vas a necesitar dinero para eso, creo que no solo salvaré tu vida esta noche _.
_ Ja. Para empezar, tenia la situación controlada, pero sigue hablando _ dice y toma otro trago de whisky. Marco se acerca para evitar que los oigan.
_ Unos tipos en los muelles _ toma un trago también _ Quieren concretar un intercambio _.
_ ?Que exportaron?_.
_ No, no, no es algo que traigan desde el mar, lo hacen ahí como pantalla, fingen que son trabajadores portuarios que descargan cosas _.
_ Sigue siendo un plan estúpidamente complicado. ?Por que en el puerto? ?No seria mas fácil hacerlo a escondidas en otro lado?_.
_ Si, de hecho esta es de sus últimas opciones _ observa sus alrededores de reojo _ Veras, parece que un tipo, no se quien es, sospechan de alguien enviado por rivales, está saboteando sus intentos de cerrar el trato, el plan original era hacerlo en Trash City pero el tipo apareció, han estado cambiando de lugar desde entonces _.
_ Déjame adivinar, tu, y ahora yo, somos la seguridad _.
_ Exacto, y van a pagar bien si evitamos que arruine otra entrega, y mas si nos aseguramos que no vuelva a molestar _.
_ Y dime, ?que es lo que es tan importante?_.
_ No lo se a detalle, solo me dijeron que es un arma, sabes como son los mafiosos _.
_ Está bien, anotame para hacerlo _ se termina su vaso _ ?Cuando?_.
_ En 2 días, será divertido _.
Crownwell y Luther salen del bar y tras despedirse en el estacionamiento se dirigen cada uno a su hogar. Johan conduce con una sonrisa, no había visto a Marco en casi un a?o, y a pesar de su actitud cínica no podía evitar sentirse feliz por ver a su amigo una vez más, más aún con las situaciones que deben pasar debido al rumbo que tomaron sus vidas. Casi se olvida que hoy trataron de matarlo, casi, ya que lo recuerda al llegar a casa y encontrar su oficina hecha un desastre por la pelea.
_ Meh, puedo arreglarlo ma?ana _ dice y se retira a su habitación.
Avanzamos 2 días. Un camión gris toma la salida hacia al puerto, tras esperar en la cola de autos por fin llega a la caseta para presentar los certificados necesarios para trabajar, tras ser aprobado conduce hasta el frente de un galpón y del interior de este sale un camión rojo junto con varios hombres escoltandolo. El camión gris se abre, quitando a los hombres que venían dentro, estaba vacío. El primer grupo de hombres abre la compuerta del camión rojo, solo contenía una caja grande, luego, quienes venían en el asiento del acompa?ante en ambos camiones se bajan y se reúnen en medio de ambos.
_ Hagamos esto rápido _ dice uno de los hombres, a lo que el del camión gris chasquea los dedos y uno de sus secuaces le trae un maletín, lo abre enfrente del otro, estaba lleno de billetes.
_ Parece que todo está en orden. ?Tráiganla!_ dice el del camión rojo. Tras esto, un montacargas sale del galpón y pasa la caja al otro camión.
_ Vigilen el perímetro _ le dice a sus secuaces el hombre del camión gris, quienes se reparten por las cercanías, asegurándose de mantener lejos a curiosos u otros que quieran intervenir en el trato. Dos de ellos ven a un hombre con campera negra y capucha que estaba moviendo una caja, ademas de eso llevaba un pantalón y borcegos militares, una de sus manos se veía extra?a, parecía ser de un color violeta oscuro poco saludable.
_ ?Hey, tu!_ le gritan _ ?Has eso en otra parte, esta es nuestra sección!_ el hombre los ignora y sigue con lo suyo, por lo que los otros se acercan _ ?Acaso estás sordo? ?Te dije...!_ en un rápido movimiento el hombre noquea a uno y después al otro en un par de golpes.
Mientras tanto. Los demás ya habían cargado la caja grande en el camión gris, los jefes de los respectivos grupos estaban dándose la mano antes de despedirse cuando uno de los secuaces cae tras ser golpeado por una trampa para cangrejos arrojada desde la distancia, era el hombre de la capucha.
_ Oh, maldita sea. Ya tienes lo que quieres, yo me largo _ dice el hombre del camión rojo y sube a este mientras sus secuaces van al encuentro con el encapuchado. A pesar de no llevar armas para pasar desapercibidos no dejan de superar en número al atacante, aun así este los enfrenta y comienza a vencerlos uno a uno, todo esto frente a la atónita mirada del hombre del camión gris. Tras acabar con todos, el encapuchado camina hacia el vehículo. El mafioso con temor camina hacia atrás y después huye del lugar, para su suerte el encapuchado no iba por él, solo le importaba el contenido del camión. Sube a la parte trasera y usando solo sus manos quita la tapa clavada de esta, pero tras hacerlo es sorprendido por un disparo en el pecho que hace que caiga del camión.
_ No fue tan difícil _ dice Crownwell, quien estaba dentro de la caja, mientras se enciende un cigarrillo. Se acerca al cuerpo del encapuchado, quien para su sorpresa, comienza a reincorporarse _ ?Pero que...?_ rápidamente dispara otra vez, tres tiros que aciertan de lleno en el cuerpo del hombre, el cual vuelve a caer, pero nuevamente se levanta frente al confundido detective. Se quita su campera, el extra?o color de su mano se extendía por todo su brazo derecho y parte de su hombro, esto se dejaba ver por la musculosa blanca que llevaba, ahora con un par de agujeros. El asombro del detective crece al ver como las heridas causadas por las balas se cierran expulsando los proyectiles en el proceso. El hombre, bien fornido, con corte militar y de apariencia joven, sube al camión de un salto, pero un disparo por la espalda lo derriba otra vez, fue Marco, que desde la distancia veía la situación con un rifle de francotirador. El disparo atravesó al hombre y a la chapa del camión, pero en base a lo que ha visto, el detective sabe que aun no esta muerto, por lo que aprovecha a bajar y tomar una mejor posición dentro del galpón.
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_ Duró el hijo de puta _ le dice a Marco con un comunicador en su oído.
_ Trata de entretenerlo un rato, voy para allá _.
_ Es más fácil decirlo que hacerlo _ responde Crownwell mientras ve como aquel hombre vuelve a pararse _ ?Hey!_ le grita para llamar su atención _ No he terminado contigo _.
_ No tengo idea de quien sos, pero mi problema no es con vos, decime donde están los que te contrataron y te podes tomar el palo en paz _ le dice al detective.
_ Mmm, déjame pensarlo..., no _ le responde y apunta con su arma.
_ Bien, si así queres solucionarlo... _ el hombre corre hacia el detective, este le dispara una bala de gas que lo inmoviliza y ciega temporalmente, tras disiparse el humo no ve a Crownwell, esto lo confunde un poco, por lo que examina el lugar con la mirada para encontrarlo, entonces siente un ruido tras él. Una de las estanterías de metal y madera se venia abajo sobre él, pero consigue correr y llegar a sostenerla cerca de la base. Crownwell aparece y le sonríe antes de usar su picana para electrocutar toda la estructura, el dolor hace ceder al hombre y la estantería termina cayendo sobre él. Johan cree haber encontrado una debilidad potencial, pero su enemigo emerge destrozando los estantes. El detective corre por los pasillos mientras le dispara, pero el hombre lo resiste y bloquea con su extra?o brazo, que después usa tomando un rollo de pesada cuerda que le arroja, derribandolo al impacto. Crownwell lucha por quitársela de encima mientras ve a su atacante dirigirse hacia él, entonces revisa en su gabardina hasta encontrar una peque?a esfera de color blanco, se la arroja al hombre y cubre su cara. El atacante atrapa el objeto sin problemas, la ve unos segundos y esboza una peque?a sonrisa, como burlándose de que Crownwell pensara que eso le haría algo, lo que no esperaba era una cegadora luz que hace que se tome la cara con dolor.
_ ?Ahh! Hijo de la gran..._ dice mientras se sostiene contra una de las estanterías, cubriéndose la cara con una de sus manos.
El detective entonces saca su navaja espa?ola para tratar de cortar la soga, tras conseguirlo se coloca su pu?o americano y con ambas armas ataca directamente, aprovechando que el hombre aún estaba cegado, este último arroja fuertes pu?etazos pero con poca precisión que al detective le da poco trabajo esquivar, mientras que él corta y golpea con rapidez, pero el da?o provocado no era considerable. En un exceso de confianza por parte de Crownwell, el cual creía tener la pelea casi dominada, el hombre logra tomarlo por el cuello y levantarlo como si fuera una pluma, aún sin poder ver bien iba a acertarle un pu?etazo en la cara, entonces Marco aparece empu?ando una de las lanzas utilizadas para impulsar los peque?os barcos fuera del muelle. El hombre recibe el impacto del arma y se apoya en su rodilla, lo cual le permite a Crownwell estabilizarse y darle una patada en la cara. Johan entonces es arrojado contra Marco, por su parte, el atacante se arranca la lanza y la rompe con sus manos antes de tirarla a un lado, luego se para enfrente de los ex-agentes y truena sus pu?os.
_ Hey, ?que onda? ?Había mucho tránsito?_ le dice Crownwell a Marco.
_ Nah, pero encontré una linda cafetería en el camino _ responde este con sarcasmo.
El hombre se acerca lentamente hacia ellos.
_ Y dime, ?tienes un plan?_ pregunta Marco.
_ ?Yo? Tu eres quien ya lo había enfrentado antes _ responde Crownwell.
Las heridas del hombre empiezan a cerrarse y su velocidad incrementa un poco.
_ Mira, somos 2, usemos eso a nuestro favor _ le dice Marco.
_ Si, pero él no es alguien que digamos..., común _ responde Crownwell.
_ Ok, ok, tú por la izquierda y yo a la derecha _.
El hombre finalmente se lanza contra ellos, los ex-agentes se separan y comienzan a disparar desde ambos lados, pero el hombre logra cubrirse y empujar Crownwell contra una de las estanterías, luego va contra Marco, quien logra esquivar unos golpes hasta que un gancho al estómago hace que caiga al suelo. Crownwell lanza otra esfera cegadora, pero el tipo solo la golpea y envía lejos. Marco saca una navaja y lo apu?ala en la espalda, pero termina recibiendo un codazo que le rompe la nariz. El sujeto se quita la navaja y se la arroja a Crownwell, clavando su gabardina a una caja de la estantería, luego se acerca a él y lo sujeta del cuello de tortuga de su suéter.
_ No te metas en mi camino _ le dice y sale del galpón.
Una vez afuera comienza a examinar el lugar, ahí es cuando un camión gris pasa frente a él a una velocidad sospechosa, a lo lejos escucha sirenas de policía, probablemente alertados por los disparos de la pelea. El hombre entonces vuelve al galpón y trae un trozo de la lanza que rompió antes, tras apuntar por unos segundos la arroja hacia el camión, dándole a la rueda trasera y haciendo que deba detenerse, luego se gira para ver a Crownwell, que se había quitado la gabardina para liberarse, pero en vez de pelear se va corriendo y saltando rejas. Marco sale del galpón también.
_ Vete, Johan, la situación se va a poner difícil aquí, yo lidio con la policía _.
_ Debiste haberme dicho que era un súper humano, hubiéramos estado mejor preparados _.
_ Creí que no aceptarías si te lo decía, pensé que entre los dos seríamos capaces de detenerlo _.
_ Eh..., ya he lidiado con algunos. ?Algo más que quieras decirme?_.
_ No mucho, lo llaman "Armstrong", ya te imaginarás porqué el nombre _.
_ Ah, sí, me suena. Mantenme informado de lo que pase aquí, debo investigar _.
Crownwell se retira poco antes que la policía llegué, adolorido por los golpes e intrigado por lo ocurrido, pero quiere su pago, y sospecha que la mafia no va a dárselo por como terminó la situación, así que su conflicto con el tal Armstrong aún no termina. Esa misma tarde, y tras tomar algunos analgésicos, comienza a revisar reportes y noticias de avistamientos del susodicho en busca de alguna pista de donde puede estar, o mejor, alguna forma de matarlo. Su hombre ha tenido presencia en casi toda Lukrania y partes de Trash City, tomando en cuenta las veces que Marco dice que tuvieron que cambiar el lugar del trato, sospecha que este vigilante debe tener algún patrocinador, alguien que le ayude, de otra forma le resulta extra?o que haya encontrado a los mafiosos en tantas ocasiones. Marca los lugares donde ha actuado en un mapa y trata de buscar una conexión, aunque de momento solo sabe que Armstrong parece centrarse más en Lukrania que en Trash City, eliminando a esta ultima como lugar de procedencia. En lo que leía una nota en un periódico recibe una llamada de Marco.
_ Hey, ?que paso allá en el puerto?_ le pregunta Crownwell.
_ Bueno, hay buenas y malas noticias _ responde Marco.
_ ?De que se trata?_.
_ La policía se puso a indagar, sospechan de nosotros, no dejaron que la mafia se llevará el cargamento, por suerte su abogado es bueno y pudo evitar que la policía lo confiscara, por lo que ahora se encuentra retenido en el puerto, por ahora _.
_ Mmm, y supongo que el jefe no está de humor para pagarnos _.
_ Tal vez sí, debemos sacar el paquete del puerto antes de que la policía actúe, o que ese idiota mano dura lo haga _.
_ Hablando del diablo, he estado tratando de saber dónde se oculta, tomándolo por sorpresa y con un buen plan tal vez podríamos..._.
_ ?Matarlo? Ya lo intente varias veces. Por ahora el jefe solo está interesado en que le llevemos su paquete, lo hacemos, nos pagan, y luego nos encargamos de él, en ámbito más personal. Te veo ma?ana en la noche _ dice Marco, y cuelga.
Crownwell no comparte la actitud de su amigo, considera a Armstrong una amenaza muy grande a su misión como para dejarlo a un lado, además de verlo como una especie de reto personal, por lo que sigue indagando toda la noche acerca de este, su ubicación, capacidades y debilidades, entonces recuerda que logro conseguir una buena cantidad de muestras de ADN, la cuales se encontraban manchando su navaja espa?ola.
Al día siguiente se encuentra con un contacto de un laboratorio forense el cual le debía un favor, favor que se cobra haciendo que análise las muestras, claro que sin dar detalles de quién eran o en donde las consiguió. Crownwell pasa el resto del día tratando de conseguir alguna pista del paradero de Armstrong, aunque también le surgen otras dudas, no es secreto que el crimen no es algo poco común en la zona, ?pero por que el vigilante está tan empe?ado en evitar un simple contrabando de armas? Habiendo otros villanos o grupos criminales mucho peores. Entre tanto el tiempo transcurre y al darse cuenta ya era hora de su encuentro con Marco. Johan se dirige hacia el puerto, estaciona su auto a una o dos cuadras de la reja que encierra la zona y sube por la escalera para incendios de uno de los edificios, una vez arriba observa el lugar con unos binoculares, varios policías rondan por el sitio, custodiando el galpón donde el camión de la mafia está retenido. El sonido de pasos lo alerta y rápidamente saca su arma.
_ Hey, hey, soy yo, tonto _ solo era Marco.
_ Siempre fuiste impuntual _ dice Crownwell mientras guarda su arma y vuelve a observar el puerto.
_ El juez designó a esos policías para cuidar el cargamento hasta que el caso se resuelva, solo es cuestión de tiempo hasta que descubran que los permisos de descargue son falsos. Debemos actuar esta noche _.
_ ?No crees que se les haga sospechoso que alguien robe el lugar?_.
_ Que sospechen si quieren, solo debemos decir que Armstrong atacó el lugar otra vez, con suerte el abogado de la mafia incluso podría demandar al estado por descuidar sus bienes _.
_ Bien. ?Cómo nos deshacemos de la policía?_.
_ Ya pensé en eso. Sígueme _.
Los hombres se acercan a la reja y usan una tijera de alambre para ingresar y esconderse tras el galpón donde estaba el camión. Usando un juego de ganzúas, Marco logar abrir la puerta trasera del lugar, aunque al espiar hacia el interior ve que está lleno de oficiales.
_ Me lo imaginaba, debemos crear una peque?a distracción, nada aparatoso _ le dice a Johan.
Este último se escabulle por un costado hasta llegar al siguiente galpón, al entrar trepa por una estantería y comienza a tirar las cosas de esta, el ruido provoca que 2 policías vayan a revisar de qué se trata. Una vez que entran alumbran la estantería con cosas caídas al lado pero no pueden ver nada. Crownwell aprovecha, y usando una tabla, noquea a uno de los hombres y luego se abalanza sobre el otro para sujetarlo por el cuello, cortandole la respiración hasta que queda inconsciente, tras eso toma su woki toki y pide a los demás con enga?os que se acerquen, en respuesta los policías que patrullaban afuera y un par de los de adentro se dirigen al lugar. Marco entonces aprovecha y usando una peque?a luz roja hace una se?al hacia el mar.
En el otro galpón los oficiales son recibidos por un colega que les indica que se apresuren en entrar, pero al hacerlo son recibidos por una de las peque?as esferas cegadoras de Crownwell. Tras esto, una espesa bruma comienza a esparcirse por el lugar, era una granada de gas somnífero. Los policías tratan de salir, pero el oficial que los recibió cierra la puerta, se trataba de Johan, que se había colocado la camisa y gorra de uno de los hombres que había noqueado con anterioridad. Mientras se quitaba la ropa unos gritos llaman su atención, observa el galpón donde estaba el camión de la mafia y ve como un policía sale arrastrándose, tras él sale un hombre calvo y vestido de gris sujetando un cuchillo, el cual usa para cortarle el cuello. El hombre ve a Crownwell en la oscuridad y, debido a la ropa que traía, lo confunde con un policía, por lo que corre hacia él para eliminarlo. Johan no ha entendido lo que pasa, pero reacciona esquivando la estocada de su oponente y logra atrapar su brazo, luego le da un fuerte rodillazo en el estomago y lo derriba de un pu?etazo. Al tomarlo por su chaqueta para darle otro golpe nota algo extra?o en su cuello, era un tatuaje, como de una huella de perro, esto lo confunde aun más, pero tras unos segundos reacciona y acaba por noquearlo. Tras volver a ponerse su ropa, se dirige hacia el galpón, aquí estaba Marco junto a un grupo de hombres de gris, los cuales habían eliminado a todos los policías solo con armas blancas. Marco se voltea para ver a Crownwell.
_ Te dije que yo me encargaría, ven a ayudarme con esto _ le dice.
_ ?Cómo diablos sacaremos esto de aquí? ?Vamos a cargarlo en un barco o algo?_ le pregunta Crownwell.
_ No nos compliquemos tanto _ Marco toma una barreta y abre la caja de madera. Al caer la tapa Crownwell queda atónito al ver el contenido de la misma, no eran armas, o al menos no del tipo convencional. Lo que parecía ser un montículo de carne yacía en el interior de la caja. Marco toma un peque?o dispositivo y lo coloca en un compartimiento metálico que estaba acoplado a esa cosa, al hacerlo, la cosa comienza a moverse hasta lograr incorporarse y caminar fuera del empaque. Con brazos y piernas cortos y abultados de apariencia carnosa y de un color amarillento poco saludable, unidas a un cuerpo regordete y desnudo, aunque nada debía cubrir ya que no poseía genitales visibles. Su cabeza estaba cubierta por una especie casco metálico que se extendía hasta su pecho, lugar en el cual Marco había colocado el dispositivo, en su boca además se formaban unas grandes mandíbulas metálicas, sobresaliendo la inferior sobre la superior. Estando completamente erguido, aquella criatura llegaba a los 2,15 metros de altura.
_ Santa mierda..._ dice Crownwell mientras da un paso atrás.
_ Te dije que te sacaría, no debes subestimar mis capacidades _ le dice Marco a la criatura.
_ Ugh, el exterior huele peor de lo que pensaba _ dice con una voz muy grave y algo aguada, siendo contenida por sus fauces de metal que no se abren cuando habla.
_ Marco..., ?que carajos pasa?_ le dice Crownwell a su amigo.
_ Johan..., sé que la situación puede resultar extra?a, pero si te paras un momento a... _ Johan interrumpe a Marco sacando su arma y apuntándole a uno de los lacayos de la mafia, los presentes se quedan atónitos unos segundos.
_ ?Qué estás haciendo Johan?_ le pregunta Marco _ No, espera _ agrega pero no se dirige a Johan sino a uno de los mafiosos que estaba detrás de el y que estaba desenfundando su arma, el hombre le hace caso.
_ Te hacen mucho caso para ser tus jefes, ?no crees?_ le dice Crownwell en un tono burlón sin apartar el arma y la vista de su blanco _ No son ninguna mafia, ni tus jefes _ agrega y fusila al hombre, los demás no hacen nada, luego se acerca al cuerpo y lo revisa unos momentos hasta encontrar lo que buscaba _ Son furrys _ dice mientras sostiene el brazo de su víctima, que exhibía un tatuaje en forma de pata de perro.
_ Maldito idiota, trataba de protegerte _ le dice Marco.
_ ?Protegerme? ?Trabajando con los tipos que trataron de matarme? Prometimos que jamas haríamos eso _ centra su atención en el monstruo _ Esta cosa me es familiar, proyecto de armas biológicas 42, nombre clave ''Oger's mouth''. ?Lo liberaste para dárselo a estos idiotas?_ le recrimina Johan.
_ Agh, si así es, te mentí. Siempre fuiste un moralista y sabía que no me ayudarías si te decía la verdad, pero créeme cuando te digo que unirte a mi es tu mejor opción por como está el panorama. Estoy en algo grande, Johan, muy grande, y has sido un estorbo para mis socios últimamente, estarías muerto si no hubiera abogado por ti _.
_ Ya no te reconozco, cuando traicionamos al gobierno lo hicimos en protesta a este tipo de acciones, y ahora tú les quitas sus armas para tu uso personal, haces equipo con la escoria de peor clase, me mientes a mi, ?donde quedaron tus valores?_.
_ Ja, ?mis valores? Todo lo que hice en el pasado lo hice para apoyarte, porque eras mi amigo, tu tenias los valores y el sentimiento de ''querer hacer lo correcto'', yo por otro lado tuve que renunciar a un gran empleo que disfrutaba. Es hora de que haga algo en base a lo que yo creo, y es hora de que tu me brindes tu apoyo _ le dice y extiende su mano hacia Johan.
_ Lo lamento, no puedo hacerlo _.
_ *suspira* Es una lastima _ dice y se retira del galpón junto a la criatura que antes había liberado, no sin antes hacer una se?a con la cabeza a uno de los furrys.
_ Acaben con él ( ╬◣ 益◢)_ todos los furrys se abalanzan sobre el detective.
Crownwell desenfunda y abate con rapidez a aquellos que tenían armas de fuego, pero un golpe de nun-chaku le quita el arma de las manos. Logra anticipar el segundo golpe y le arrebata el arma a su contrincante, la cual luego usa para bloquear las armas cortantes de los demás. El intenso ataque de sus enemigos lo hace retroceder y salir del galpón, acercándose poco a poco a los muelles. Tras ganar un poco de distancia, Crownwell saca su picana y logra electrocutar a uno de sus atacantes y derribarlo.
_ Vengan de a uno hijos de..._ su amedrentacion es interrumpida por un disparo. Crownwell cae de rodillas soltando sus armas, se toma el estómago mientras una mancha de sangre crece bajo su ropa. Desdee la oscuridad tras los furrys emerge Marco, que ordena a los furrys tomar a Crownwell y arrastrarlo hacia la orilla del muelle, luego lo levantan frente a él.
_ ?Porque no me dejaste salvarte?_ le dice y dispara una segunda vez, impactando al detective en el pecho y haciendo que caiga al agua en medio de la oscuridad.