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29. Entiendo tu sufrir

  - ?Dónde está la yegua pre?ada? - Luz estaba esperando en la caballeriza. Para su sorpresa la yegua fue trasladada a otra caballeriza, era importante asegurar que el animal llegara buen a término con su potro.

  Mientras la muchacha peinaba el pelaje de Gara?on y le hablaba dulcemente, adulando la belleza del potro, un chico de unos doce a?os se acercó a ella curioso.

  - ?Con quién hablas?

  Luz se sobresaltó, no esperaba que se acercaran por detrás, se llevó la mano al pecho y dio un suspiro al ver su tonta reacción.

  - ?Uf, me asuste! – Luz hablo con Gara?on, dio unas palmaditas sobre el lomo del caballo, dandole a entender de a quien se refería.

  El chico levanto una ceja mientras ladeaba su cabeza y se acercaba a ella para poder apreciar sus facciones.

  - ?Quién eres? -repitió

  . -Soy Luz ?y tú?

  - ?Tienes los ojos verdes! - El muchacho exclamó sorprendido y no solo eran sus ojos, su cabello y tono de piel, él nunca había visto a alguien así.

  Luz soltó una peque?a risa melodiosas, se giró y le hablo a lo lejos al Mozo de cuadra. - ?Parece que a tu hijo le va a dar un infarto de la emoción!

  El chico de doce a?os frunció el ce?o dejando un gran surco entre sus cejas, luego su rostro se suavizo para dar paso a un aire de tristeza, sus ojos se enrojecieron y una lagrima amenazaba con caer por su mejilla, luego de eso salió corriendo del lugar.

  Luz se quedó sin palabras, estaba sorprendida y no lograba comprender por qué el muchacho tuvo esa reacción. Rápidamente se dirigió a Tiago, que era el mozo de cuadra.

  El hombre la miro sospechando la causa - No soy su padre- dijo rápidamente- Ellos murieron hace unos ocho meses, el muchacho no tiene a nadie y el Alfa me pidió que se quedara aquí ya que le gustan los caballos y le hacen compa?ía.

  Luz puso ambas manos tapando su boca y abrió los ojos sorprendida, no podía creer la mala suerte, es casi como cuando entras a un lugar lleno de caras largas y preguntas ?Por qué las caras tristes? ?quién se murió? y en efecto alguien murió, es una sensación espantosa, el remordimiento por decirlo te carcome.

  Tratando de recomponerse Luz hablo - ?La vez anterior que vine él no estaba aquí!

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  - Es probable que estuviera haciendo los recados- contesto Tiago.

  Luz estaba mortificada, no era su culpa no saber que el chico era huérfano al igual que ella, sintió lastima por él y quiso hacer algo para enmendar sus palabras, solo que no estaba segura de que hacer – <> dijo en voz alta.

  -Su nombre es Rá, no te preocupes muchacha, ya se le pasara el enojo – dijo el hombre.

  A Luz no le importaba el enojo, lo que le preocupaba es el destello de tristeza que vio en sus ojos.

  Absorta en sus pensamientos sintió una mano que toca su hombro- ?Qué te ocurre Luz? – Esta vez fue Aliana la que dio una sorpresa aguda a la chica, posando su mano nuevamente sobre su corazón, largó un suspiro de alivio.

  El corazón de la humana estaba inquieto por las batallas vista en sus sue?os que la perturban, sumado a lo que recién aconteció se puso muy triste, nuevamente le dijo a Aliana que quería compensarlo por herir los sentimientos del ni?o sin mala intención.

  - ?Quiero compensarlo, pero no sé cómo!

  - Déjame pensar en algo, creo que sería agradable para él comer un poco de miel, tal vez ni siquiera la halla probado antes.

  -Pero yo no tengo miel y pedírtela para yo sentirme mejor no es algo bueno, se lo mucho que cuesta conseguirla.

  Fue aquí donde la loba vio una oportunidad con su hermano, le prometió que lo ayudaría a acercarse y no pensó que lo haría tan rápido, a través de su enlace mental le comunico al Alfa su peque?o plan.

  -Luz, vamos a hablar con mi hermano, estoy segura de que si le explicas el problema él aprobara la idea de sacar un trozo de miel para Rá.

  Ambas mujeres caminaron hacia la sala del Alfa, él las estaba esperando. Aliana se acercó a él diciendo que Luz necesitaba su ayuda. La humana explico nerviosamente su problema, necesitaba disculparse con Rá y una forma de lograr sacar una sonrisa al ni?o seria ofreciendo un poquito de miel, después de todo ?a qué ni?o no le gusta lo dulce?

  El Alfa contemplo a ambas mujeres, pero su vista se posó en su Luna. Sus ojos delataban sus sentimientos, su necesidad, quería estar con ella, pero ?Cómo?

  El lobo se puso de pie y camino hasta el frente de Luz, en su nerviosismo la muchacha dio un paso atrás y bajo su mirada al piso. El Alfa avanzo otro paso hacia ella quedando muy cerca de Luz, con su mano levanto la barbilla de la muchacha obligándola a mirar sus ojos- No necesitas bajar tu mirada, no debes temerme – luego de eso el Alfa les dijo que lo siguieran.

  Acudieron juntos a la cocina donde el lobo solicitó un poco de miel a Serem. Ella se lo entrego en un peque?o plato.

  - ?Dónde está Rá? - Luz quería encontrar pronto al muchacho, le carcomía el corazón el haber herido sus sentimientos a pesar de que no fue intencional.

  - Debe estar lejos de la casa de carga. Mi enlace no lo detecta - Caspian se preocupó, no sería la primera vez que el mocoso sale solo al bosque después de perder a sus padres, el mayor problema ahora es que no se puede considerar ni un solo límite del bosque como seguro, peor aún, el chico aun no conseguía su forma de lobo, en caso de encontrarse con un monstruo tendría menos chances de sobrevivir.

  -Creo que se dónde está – Aliana recordó encontrar al muchacho en su camino muchas veces cuando acudía al lago que está en el bosque.

  - ?El mismo lago donde nos atacaron? - Luz preguntó con preocupación evidente en su voz.

  Aliana asintió con un movimiento de cabeza.

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