El Gamma dio una mirada a Luz y noto la preocupación en su rostro.
- ?Qué te ocurre, temes no encontrar a los tuyo? Pregunto Cristian.
Luz no sabía cómo explicarlo, pero tenía la sensación de que algo muy malo los observaba, primero pensó que su mente la estaba enga?ando, pero luego la sensación en su corazón se hizo más intensa hasta el punto de que le dolía el pecho y le costaba respirar.
-Creo que nos siguen, siento la presencia de algo siniestro- comento Luz con voz angustiada.
Justo después de su comentario se oyó un ruido sacado del inframundo y algo comenzó a avanzar rápidamente hacia ellos derribando arboles a su paso, haciendo que tanto aves como animales salieran en estampidas.
- ?Corran! -Ordeno el Gamma a las dos jóvenes mientras ellos se preparaban ante el inminente ataque.
Aliana guio el camino mientras corrían en dirección de la manada, tras ellas vieron como un enorme monstruo comenzaba a atacar a los hombres, Luz jamás vio algo así y estaba aterrorizada, corrió por su vida, pero no era tan rápida como Aliana, la que tuvo que detenerse varias veces para esperar a la humana. Jadeando pidió detenerse, ella ya no podía correr aun que quisiera.
-Luz, yo podría transformarme en mi loba, pero yo aun no soy lo suficientemente grande y fuerte para que tú me montes, necesito que avancemos y ponernos a salvo- la quincea?era instaba a Luz a seguir.
Tras ellas aún se podía ver la silueta de los cambiaformas luchando contra el Antrax que quería avanzar hacia las hembras. Era un monstruo mucho más grande y fuerte de lo que acostumbraban a ver y la lucha se tornaba más difícil de soportar.
Los cinco guerreros junto al Gamma atacaron en su forma de lobos y uno a uno fueron derribados por esta gran bestia, los hombres lobos sanan rápidamente, pero sus heridas eran más graves de lo usual y tardarían al menos unas hora o días en sanar. Todo se venía cuesta abajo, el monstruo avanzo frenéticamente hacia las hembras dejando un temblor bajo el suelo que pisaba. Aliana intento proteger a Luz siendo apartada de un solo manotazo contra el tronco de un gigantesco árbol
- ?NO!, ?DETENTE! - se oyó la voz de Luz gritando desesperada.
El monstruo quedo en pausa un par de segundos cuando de la nada aparece un gigantesco lobo negro con mechones blancos que se abalanza sobre el monstruo, logrando derribarlo y matarlo, el animal quedo con algunas heridas, una de ellas visiblemente dolorosa en su pata anterior derecha que lo hizo cojear un poco. Para cuando termino su lucha, Aliana se había puesto de pie y parecía mirar al lobo que le decía algo a través de su enlace mental.
El gran lobo avanzó hacia Luz, sus ojos celestes miraban curiosos a la joven, mientras la olfateaba y la revisaba para asegurarse que no estuviera herida. Con su hocicó levantó la mano de la chica la cual comprendió la necesidad de afecto. Ella miro a la Bestia y su pata herida, puso una cara de lastima y acaricio el pelaje de ese hermoso animal. No sintió miedo, solo sentía una mezcla de agradecimiento, amor y la necesidad de estar junto a él, al fin y al cabo, salvo su vida. Una ola de sensaciones pasó por su cuerpo mientras acariciaba el suave pelaje y blandía palabras de consuelo al animal herido. Notando sus ojos tristes.
Los guerreros y el Gamma estaban de pie heridos pero vivos y se dirigían hacia ellos, Se detuvieron y movieron sus cabezas como asintiendo en silencio, claramente motivados por una orden por enlace mental.
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-Vamos- dijo el Gamma- retornemos a la manada, ya no es seguro seguir avanzando y tendremos que ser sanados por Roxi.
- La muchacha alzo la vista para dar de lleno con los cuerpos desnudos de todos los guerreros. Su cara se puso rojo como tomate por la vergüenza y bajo su mirada.
- ?Por qué están todos desnudos? Pregunto Luz, aun con su mirada al suelo.
- Cristian intento explicar con una voz calmada - ?Qué problema tienes muchacha? Nosotros los lobos al transformarnos en nuestras bestias perdemos las ropas. Es completamente normal que después de una batalla retornemos a nuestro hombre y quedemos desnudos.
Fue entonces que la muchacha le conto de lo normal que es ver a un lobo desnudo en su forma de hombre, pero se les prohibía a las hembras estar desnudas en su forma de mujer. Es un pensamiento absolutamente machista pensó Luz, pero cada pueblo tiene sus reglas y creencias, por lo que ella no realizaría críticas al respecto. Aunque sea normal, ella se sentía incomoda estar frente a hombres desnudos, por lo que cuando alzó su mirada intento mirar solo a los ojos, evitando desviar su mirada más abajo de la cintura o definitivamente sus orejas explotarían de la vergüenza.
-Luz, tú puedes subir al lomo del lobo para que avancemos más rápido- hablo Aliana.
El retorno a la manada fue rápida y silenciosa, todos estaban abatidos por lo ocurrido y desconcertados de ver a un monstruo de tama?o descomunal. Esto no era bueno, eran los primeros indicios de que algo peor vendría en el futuro.
Luz Bajo del lomo del gran lobo a la entrada de la casa de carga, toco con su mano la cabeza de este y planto un beso cari?oso entre sus ojos. Los ojos celestes del animal brillaron, parecía felicidad. Luego de esto el animal se giró y desapareció.
Luz no tenía idea de que ese animal era el Alfa, el mismo quien salvajemente la torturo, si ella lo supiera jamás habría actuado de esta manera tierna y cercana hacia el animal.
-Luz, por ahora vuelve a tu habitación y descansa, yo voy en un rato más- Aliana instruyo a la chica para poder ir a hablar con su hermano.
Los lobos que participaron en la expedición acudieron en masa a los aposentos de la sanadora en busca de ayuda, cuando llegaron el Alfa ya había sido tratado y su pata estaba como nueva. Recupero su forma de hombre y se cubrió con una toalla para dirigirse a su habitación, la desnudes era normal, pero no por ello se pasearía desnudo por toda la casa de carga ?o no?
Los otros lobos esperaron su turno y uno a uno fueron atendidos siempre priorizando al que estaba peor de salud.
Aliana busco a su hermano, pero este ya se había retirado desde su habitación a algún otro lugar. Luego ella acudió al Beta para preguntar por su hermano ya que no contestaba a sus mensajes.
-Xioma, ?has visto a mi hermano?
El Beta la miro confuso - ?No está contigo?
-No
-Pensé que estaría acompa?ándote, esta ma?ana cuando nos reunimos le comenté que saldrías de la manada con el Gamma y guerreros para ayudar a la humana a regresar por donde vino. Pero en cuanto me escucho se volvió loco y corrió al bosque.
- ?Por qué, estaba molesto?
- El sólo gritaba sin parar “no permitiré que se valla”. Nunca pensé que se angustiaría tanto por tu seguridad.
Aliana estaba sorprendida, ella tampoco creía que el Alfa actuara de esa manera sólo por ella, tal vez con todos los ataques se preocupó más de lo normal y en buena hora, ya que su llegada fue fundamental para detener el ataque del Antrax. Justifico su acción con ese pensamiento, pero lo que no entendió fue el por qué no quiso revelarse en su forma de hombre frente a Luz. Quizás le preocupaba asustarla aún más de lo que ya estaba porque podría reconocerlo como su agresor.
Aliana le conto al Beta todos los detalles de la expedición y el combate, estaba un poco exhausta con todo lo acontecido.
- Por favor dile a mi hermano si lo vez que valla a mi habitación para hablar, en este momento necesito recostarme por un rato- cayó sobre ella todo el peso del estrés que finalmente provocó la necesidad de echarse y dormir un rato.
Este día se daría por perdido para cualquier actividad que requiriera del Alfa, en su lugar el Beta se haría cargo de las necesidades y decisiones básicas de la manada.
El Joven Alfa simplemente no tenía el ánimo de hablar ni dedicarse a sus labores, desapareció de la vista de todos. El Beta no lo molesto ya que noto su pesar, no sabía que lo causaba, pero respetaría su necesidad de estar solo. El día continuo sin más percances.