home

search

Epilogo

  La ciudad seguía de pie, aunque mostraba las cicatrices de lo ocurrido. La caída de Singularidad había dejado un vacío difícil de llenar. Durante a?os, la humanidad había sido arrastrada por la corriente de su tecnología, hasta que esta los llevó al borde de la extinción. Ahora, sin su presencia, el mundo se enfrentaba a una realidad nueva y desconocida.

  Iris y Lee no se quedaron para ver el resultado. Sabían que lo que habían hecho sería interpretado de distintas maneras: algunos los verían como héroes, otros como los responsables del caos que había seguido a la desaparición de Singularidad. Pero nada de eso importaba. Su trabajo estaba hecho.

  El viento arrastraba ceniza y polvo entre las ruinas del complejo. Entre los restos ennegrecidos, una silueta se movía con cautela, oculta entre la niebla. Llevaba un traje oscuro y un visor táctico que brillaba tenuemente con la poca energía que aún funcionaba en el lugar.

  Se agachó junto a un panel destrozado y deslizó una herramienta delgada entre los circuitos chamuscados. Un peque?o compartimento se abrió con un chasquido.

  Dentro, aún parpadeaba un fragmento del núcleo de Singularidad.

  El hombre lo tomó sin dudar, ocultándolo bajo su abrigo. Se quedó allí un momento más, observando el lugar donde todo había terminado. Luego, sin decir una palabra, se dio la vuelta y desapareció entre la bruma.

  A miles de kilómetros de distancia, en una ciudad donde la tecnología aún no había sido totalmente erradicada, alguien más estaba siguiendo las pistas de lo ocurrido.

  Un hombre de abrigo largo caminaba entre las calles, encendiendo un cigarro con aire pensativo. Sus ojos recorrían los titulares de los noticieros en las pantallas da?adas de los edificios:

  "Colapso total de Singularidad"

  "Se desconoce el paradero de los responsables"

  "?Qué sigue para la humanidad?"

  Se detuvo frente a una pantalla averiada, el reflejo de su rostro distorsionado en el vidrio resquebrajado.

  Luego sacó un peque?o cuaderno de su bolsillo y anotó algo.

  A case of literary theft: this tale is not rightfully on Amazon; if you see it, report the violation.

  No creía en las coincidencias.

  Había algo en toda esta historia que no cuadraba.

  Y él iba a descubrirlo.

  El hombre cerró su cuaderno y guardó el bolígrafo en el bolsillo interior de su abrigo. Exhaló una última bocanada de humo antes de tirar el cigarro al suelo y aplastarlo con la suela de su bota.

  La ciudad estaba en calma, pero él sabía que bajo esa superficie tranquila se ocultaban verdades sin resolver. Como un reloj detenido que aún intentaba dar la hora correcta.

  Giró en una calle lateral, alejándose del bullicio de la avenida principal. No era el tipo de hombre que se dejaba llevar por suposiciones, pero había aprendido a seguir su instinto. Y esta vez, algo le decía que valía la pena caminar un poco más antes de llamar a la noche.

  A unos metros, vio a alguien sentado en la acera, apoyado contra la pared de un edificio en ruinas.

  Era un joven, con la ropa sucia y desgarrada, como si hubiese pasado días vagando sin rumbo. Su cabello estaba revuelto y sus ojos, desenfocados, perdidos en un punto invisible.

  El detective frunció el ce?o. No era raro ver gente así después del colapso de Singularidad, pero había algo distinto en este sujeto. Se acercó con paso firme y se detuvo frente a él.

  —?Oye, estás bien?

  El joven alzó la mirada, parpadeando como si le costara procesar la pregunta. Abrió la boca, pero tardó en responder.

  —No… no sé.

  El detective inclinó un poco la cabeza.

  —?Cómo te llamas?

  El silencio se alargó. El joven frunció el ce?o, confundido, como si estuviera buscando una respuesta dentro de un vacío inmenso.

  Finalmente, negó con la cabeza.

  —No lo sé.

  El detective soltó un leve suspiro y miró a su alrededor. Nadie más parecía prestarle atención al chico. Solo otro fantasma entre las sombras de un mundo reconstruyéndose.

  —Bueno, amigo —dijo finalmente, con un encogimiento de hombros—. Supongo que todos estamos un poco perdidos últimamente.

  Sin esperar respuesta, sacó un billete arrugado de su bolsillo y lo dejó junto al joven antes de seguir caminando.

  El chico lo observó alejarse, con una expresión entre la confusión y la extra?a familiaridad.

  El viento arrastró polvo y ceniza sobre la calle vacía. Y en algún rincón de su mente, en el eco de algo que una vez fue, un nombre quiso aflorar.

  Pero nunca lo hizo.

  ?Qué les pareció el final de la historia? ?Creen que el mundo está listo para reconstruirse después de la caída de Singularidad? ?Qué papel creen que jugará el personaje misterioso que aparece al final en la historia? ?Compartan sus teorías y opiniones!

  No olviden dejar sus comentarios y compartir sus pensamientos sobre la historia en general. Nos vemos en futuras aventuras, donde seguiremos explorando los límites de la conciencia y la identidad en un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados. ?Gracias por leer!

  Próximamente... Una nueva historia comienza.

  Tras la caída de su hogar y el peso de un pasado que lo persigue, Kael buscará redimirse… pero algunos destinos no están hechos para salvar.

  Capítulo 1 de El Heredero Olvidado Disponible el martes 15

Recommended Popular Novels