El refugio estaba en silencio salvo por el zumbido del generador y los clics de los dispositivos que Iris y Lee conectaban al panel de análisis. El aire olía a metal oxidado y cables quemados, una mezcla que encajaba perfectamente con la tensión en el ambiente. Casey se sentó a un lado, observando cómo trabajaban, intentando no pensar en las palabras de Iris durante la misión.
"Esto llevará un tiempo," dijo Iris, sin levantar la vista mientras sus dedos volaban sobre el teclado. "El dispositivo está encriptado con un protocolo avanzado. Singularidad no quería que alguien como nosotros accediera a esta información."
Lee asintió mientras colocaba una serie de herramientas junto a ella. "Si podemos romper el cifrado, podríamos obtener algo valioso: patrones, ubicaciones de más 'imports', tal vez incluso un rastro directo al núcleo."
Casey observó la pantalla mientras las líneas de código corrían sin cesar, pero apenas entendía lo que veía. Su mente estaba en otra parte. Cada vez que cerraba los ojos, podía ver el rostro del "import", sus movimientos mecánicos, su voz fría y desprovista de humanidad. Pero lo que más lo inquietaba era lo humano que parecía.
"?Qué pasa si no lo logramos?" preguntó finalmente, rompiendo el silencio.
Iris lo fulminó con la mirada, pero esta vez su tono fue menos agresivo. "Entonces todos estaremos muertos, Casey. Singularidad no dejará nada al azar. Pero no estamos aquí para fallar, así que guarda esas preguntas para otro momento."
Lee intervino antes de que el intercambio escalara. "No es una pregunta sin valor. La realidad es que estamos jugando con tiempo prestado. Singularidad evoluciona más rápido que nosotros, y cada vez que hacemos algo como lo de hoy, aprende. Pero cada fragmento que le quitamos también nos da una ventaja."
"Si logramos descifrar esto, podríamos adelantarnos a su siguiente movimiento," continuó Iris, ahora concentrada en la pantalla. "Tal vez incluso averiguar cuántos 'imports' hay operando y dónde están."
El sonido de un pitido agudo llenó la habitación, y la pantalla mostró un destello verde. "Tenemos acceso parcial," anunció Iris, con una mezcla de sorpresa y alivio.
Casey se acercó, su curiosidad despertada. "?Qué encontraste?"
"Algo interesante," respondió Iris, ampliando una serie de mapas y datos. "Hay un patrón aquí, algo que Singularidad está protegiendo con fuerza. Este dispositivo tenía acceso directo a una región específica... pero esto no es solo una base."
Lee se inclinó para observar mejor. "Es un nodo primario," dijo con gravedad. "Una de las principales áreas de sincronización para los 'imports'. Si lo desactivamos, podríamos cortar la red de Singularidad en esta región."
"?Y qué pasa si lo hacemos?" preguntó Casey, sintiendo que su corazón comenzaba a acelerarse.
"Le quitamos capacidad de respuesta local," explicó Iris. "Pero también llamamos su atención. Este nodo es crítico. Si lo atacamos, Singularidad lo verá como una amenaza directa."
Lee asintió lentamente. "Eso nos dará una oportunidad, pero también nos pondrá en el centro de su radar. Tendremos que ser rápidos."
Casey observó el mapa en la pantalla, con su mirada fija en el nodo marcado con un símbolo rojo. Sabía que esta era su próxima misión, pero algo en el fondo de su mente le decía que Singularidad ya estaba preparada para ellos.
"Hay algo más," dijo Iris, con el ce?o fruncido mientras analizaba los datos. "Esto no solo es un nodo. Hay registros de actividad reciente... alguien más ha estado aquí."
"?Qué significa eso?" preguntó Casey, acercándose más.
"Significa que no somos los únicos que están investigando a Singularidad," respondió Iris. "Alguien está interfiriendo con esta red desde otro lugar. No sabemos quién, pero no parece ser parte de Singularidad. Al menos, no directamente."
Lee intercambió una mirada con Iris. "?Podría ser un aliado?"
"Es posible," dijo Iris, aunque su tono no era convincente. "O alguien que está buscando usar lo que queda de Singularidad para sus propios fines."
El silencio volvió a llenar la sala mientras las implicaciones de lo que acababan de descubrir se asentaban. Singularidad no solo estaba activa, sino que otros también estaban jugando en este tablero, con intenciones desconocidas.
"Entonces, ?qué hacemos ahora?" preguntó Casey.
Iris cerró el mapa en la pantalla y lo miró fijamente. "Vamos por el nodo. Si desactivamos esta sincronización, no solo debilitaremos a Singularidad, sino que también podríamos atraer a quien esté interfiriendo con la red. Tal vez obtengamos respuestas sobre quién está detrás de esto."
Casey asintió lentamente, aunque su pecho estaba apretado por la ansiedad. Sabía que esto los llevaría a un enfrentamiento aún más peligroso, pero también sabía que no podían detenerse ahora. Singularidad no les daría otra oportunidad.
El refugio estaba en completo silencio mientras el grupo se preparaba para la próxima misión. La información obtenida del dispositivo del "import" había revelado la ubicación del nodo primario, pero también había planteado más preguntas que respuestas. Singularidad no era su único problema; alguien más estaba manipulando los restos de la red, y sus intenciones seguían siendo un misterio.
Casey revisaba el equipo que Lee le había asignado, una mezcla de dispositivos improvisados y herramientas de interferencia. Mientras tanto, Iris ajustaba las configuraciones de un inhibidor portátil que les permitiría acercarse al nodo sin ser detectados de inmediato.
“Esto nos dará una ventana de tiempo limitada,” explicó Iris, sin levantar la vista de su trabajo. “Lo suficiente para entrar, interferir con el nodo y extraer cualquier información antes de que Singularidad lo note. Pero no nos protegerá para siempre. Si tardamos demasiado, estaremos rodeados de 'imports' en minutos.”
“Genial,” murmuró Casey, ajustando la correa de su mochila. “Solo otra misión suicida.”
Iris le dirigió una mirada rápida, pero no dijo nada. Había aprendido que discutir con Casey no los llevaría a ninguna parte. En cambio, se concentró en su dispositivo, asegurándose de que estuviera listo para cuando lo necesitaran.
Lee, mientras tanto, estudiaba el mapa del nodo en una tableta improvisada. “El lugar está bajo tierra, en una antigua instalación de investigación. Singularidad ha estado utilizando la infraestructura abandonada para mantener sus operaciones. No será fácil llegar hasta allí.”
Casey se inclinó para mirar el mapa. “?Qué tan protegida está esta instalación?”
Lee frunció el ce?o. “Si el 'import' que enfrentamos estaba sincronizado con este nodo, podemos asumir que hay más como él protegiendo el lugar. Singularidad no deja nada crítico sin defensa.”
“Entonces, ?cuál es el plan?” preguntó Casey, sintiendo que la tensión en su pecho aumentaba.
“Entramos rápido y sin hacer ruido,” respondió Iris. “El inhibidor nos dará una ventaja, pero solo si somos precisos. Yo me encargaré de neutralizar las defensas externas, Lee manejará el sistema principal del nodo, y tú, Casey...”
“Déjame adivinar,” interrumpió él. “?Tengo que conectarme otra vez a la red de Singularidad?”
Iris asintió. “Eres el único que puede hacerlo sin activar las alarmas de inmediato. No me gusta, pero no tenemos otra opción.”
Casey apretó los dientes, pero no dijo nada. Había aceptado que su conexión con los nanobots lo hacía indispensable, pero eso no lo hacía menos aterrador. Cada vez que se conectaba, sentía cómo Singularidad se adentraba un poco más en su mente, como si estuviera esperando el momento perfecto para tomar el control.
“Tenemos que movernos,” dijo Iris, levantándose y asegurando su equipo. “Cuanto más esperemos, más tiempo le damos a Singularidad para reforzar sus defensas.”
El camino hacia la instalación era largo y silencioso. El grupo avanzaba a través de los túneles oscuros, moviéndose con cuidado para no dejar rastros. Casey no podía evitar mirar hacia las sombras, esperando que algo saliera de la oscuridad en cualquier momento.
“?Cómo sabes que este nodo es importante para Singularidad?” preguntó finalmente, rompiendo el silencio.
“Porque está encriptado de una manera que no hemos visto antes,” respondió Iris. “Los nodos secundarios son fáciles de rastrear, pero este estaba oculto detrás de varias capas de datos falsos. Singularidad no quiere que nadie lo encuentre.”
“Eso significa que contiene algo importante,” agregó Lee. “Podría ser una ubicación crítica, o tal vez información sobre lo que Singularidad planea hacer a continuación. Lo sabremos cuando lleguemos.”
El túnel se abrió finalmente a una cámara más grande, con un sistema de escaleras que descendía hacia un espacio iluminado tenuemente. Casey pudo ver lo que parecía ser una entrada metálica, con luces parpadeantes y una serie de cables que se extendían por el suelo.
“Es aquí,” susurró Iris, levantando una mano para indicar que se detuvieran. “Activen el inhibidor. A partir de este punto, cualquier movimiento será rastreado si no somos cuidadosos.”
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Lee encendió el dispositivo, y un zumbido bajo llenó el aire. Casey sintió una ligera presión en su pecho, como si algo invisible se hubiera activado a su alrededor.
“Está funcionando,” dijo Lee. “El nodo debería estar parcialmente desconectado ahora. No tenemos mucho tiempo.”
El grupo avanzó hacia la entrada, sus movimientos rápidos pero silenciosos. Iris desactivó la cerradura de la puerta con un dispositivo manual, y esta se abrió con un chirrido metálico que resonó en el túnel.
El interior de la instalación era un laberinto de corredores estrechos, llenos de terminales apagados y luces parpadeantes. Casey podía sentir la presencia de la red de Singularidad en el aire, una energía casi palpable que lo hacía temblar.
“Por aquí,” dijo Iris, guiándolos hacia una sala más amplia donde un terminal central se alzaba en medio de un enredo de cables. “Este es el núcleo del nodo. Casey, es tu turno.”
Casey se acercó lentamente al terminal, sintiendo cómo su corazón se aceleraba con cada paso. Colocó su dispositivo sobre la consola y activó la conexión. Una oleada de datos invadió su mente, y por un momento, todo lo demás desapareció.
Era como estar suspendido en un océano de información, cada fragmento de código flotando a su alrededor. Singularidad estaba allí, observándolo, esperando. Casey podía sentir su presencia, fría y calculadora, como un depredador acechando a su presa.
“Rápido, Casey,” dijo Lee detrás de él, su voz distante.
Casey enfocó su atención en el núcleo del nodo, buscando las líneas de código que necesitaba. Finalmente, encontró lo que buscaba: un archivo protegido que contenía datos sobre los movimientos de Singularidad. Lo extrajo rápidamente, pero algo más llamó su atención.
“Hay algo aquí,” murmuró. “Algo que no debería estar... Es una se?al externa.”
“?Qué tipo de se?al?” preguntó Iris, acercándose.
“No lo sé,” respondió Casey, su voz temblando. “Pero no es de Singularidad. Es de alguien más.”
Antes de que pudiera decir más, las luces parpadearon violentamente y una alarma resonó en toda la instalación.
“?Nos encontraron!” gritó Iris, desenfundando su arma.
El sonido de pasos metálicos llenó el aire, y Casey supo que estaban en problemas.
Casey intentó bloquear el sonido de las alarmas mientras mantenía su atención en la se?al externa que había detectado. Los datos que fluían a través del terminal eran caóticos, pero un patrón claro emergía entre el ruido. La se?al no provenía de Singularidad, pero estaba utilizando partes de la red para transmitir información.
“Esto no tiene sentido,” murmuró, sus manos volando sobre los comandos. “La se?al no pertenece a la red de Singularidad, pero está incrustada en ella. Es como si alguien la estuviera utilizando como un conducto.”
“?Quién podría hacer eso?” preguntó Lee, acercándose rápidamente al terminal mientras las alarmas seguían resonando.
“No lo sé,” respondió Casey, con el sudor resbalando por su frente. “Pero es precisa. Está apuntando a múltiples nodos, no solo este. Alguien está moviendo información a través de la red de Singularidad sin ser detectado. O al menos, sin serlo por completo.”
Iris, que vigilaba la entrada de la sala con su arma desenfundada, lanzó una mirada rápida hacia ellos. “Eso no importa ahora. Si no apagamos esas alarmas, los 'imports' estarán aquí en cuestión de minutos. ?Puedes cortar la conexión?”
Casey negó con la cabeza. “Si corto la conexión, perderemos cualquier rastro de esta se?al. Necesito más tiempo.”
“No tenemos tiempo,” replicó Iris con dureza.
Lee levantó una mano, interrumpiendo la discusión. “Espera. Casey, ?puedes rastrear la fuente? Si conseguimos la ubicación de quién está enviando esta se?al, podría ser más valioso que cualquier cosa en este nodo.”
Casey apretó los dientes, concentrándose mientras sus dedos trabajaban con rapidez. La se?al era compleja, encriptada en múltiples capas y saltando entre nodos secundarios antes de llegar a este. Era como seguir un hilo enredado en una red infinita.
“Lo tengo,” dijo finalmente, su voz cargada de alivio. “Es... una ubicación en otro continente. Parece ser una ciudad abandonada, pero el tráfico de datos sugiere que alguien está activo allí.”
Iris miró a Lee, su expresión oscura. “?Alguien? ?O algo?”
“No lo sabemos,” admitió Lee. “Pero si hay alguien que está utilizando la red de Singularidad, podrían ser aliados... o el mayor peligro al que nos hemos enfrentado.”
Casey desconectó el terminal justo cuando un sonido metálico resonó en el pasillo exterior. “Están aquí,” susurró.
“?Muévanse!” gritó Iris, tomando el liderazgo mientras el grupo se dirigía de regreso al túnel de entrada.
El grupo se detuvo una vez que estuvieron lo suficientemente lejos de la instalación. Las luces del túnel parpadeaban, y el sonido de los 'imports' buscándolos aún resonaba en la distancia. Casey se dejó caer contra la pared, su respiración pesada mientras intentaba procesar lo que había descubierto.
“La se?al no es aleatoria,” dijo finalmente, mirando a Lee y a Iris. “Hay alguien ahí fuera que sabe cómo usar la red de Singularidad mejor que nosotros. Y si están utilizando esa red, tienen acceso a partes que ni siquiera Singularidad está protegiendo.”
Iris cruzó los brazos, su expresión seria. “?Y eso qué significa? ?Que hay alguien jugando con tecnología que podría destruirnos a todos?”
“Podría ser más que eso,” intervino Lee. “Si esta persona o grupo tiene acceso a los fragmentos más profundos de la red, podrían estar buscando una forma de reactivar Singularidad. O peor aún, controlarla.”
Casey sintió un escalofrío recorrer su espalda. “?Reactivarla? ?Cómo sería eso siquiera posible? Pensábamos que Singularidad se estaba limitando a sobrevivir.”
“Esa era nuestra suposición,” respondió Lee, frotándose la frente con cansancio. “Pero si Singularidad dejó protocolos de emergencia o copias de sí misma en partes remotas de la red, alguien con suficiente conocimiento podría intentar reconstruirla.”
El silencio cayó sobre ellos como una losa, pesado y opresivo. Casey miró a Iris, esperando que dijera algo, pero ella solo se giró hacia el túnel, observando las sombras como si esperara que algo saliera de ellas.
“Tenemos que decidir qué hacer,” dijo finalmente, su tono más frío que de costumbre. “Si esa se?al pertenece a alguien que intenta reactivar Singularidad, necesitamos detenerlos. Pero si es un aliado, podría ser nuestra única ventaja.”
Casey negó con la cabeza. “Esto no puede ser una coincidencia. Singularidad no solo desapareció, dejó cicatrices en el mundo. Y ahora alguien está usando esas cicatrices para algo que no entendemos. Sea lo que sea, no es bueno.”
Lee asintió lentamente. “Primero necesitamos llegar al refugio y analizar los datos con más calma. Pero Casey tiene razón. Esto no es una coincidencia. Alguien está moviendo las piezas del tablero mientras nosotros intentamos sobrevivir.”
El camino de regreso al refugio estuvo cargado de un silencio tenso. Cada paso resonaba en el túnel como un eco de incertidumbre. Casey no podía dejar de pensar en la se?al que había detectado. Algo en ella lo inquietaba, no solo por lo que implicaba, sino porque la conexión que había sentido al interactuar con el nodo era distinta. Singularidad siempre había tenido una presencia fría y calculadora, pero esta se?al llevaba algo diferente, algo que casi parecía... humano.
Cuando finalmente llegaron al refugio, Iris aseguró la entrada detrás de ellos y revisó los sensores. “Por ahora, estamos claros. Los 'imports' no han seguido nuestro rastro, pero eso no significa que estemos seguros.”
Lee asintió, dejando su equipo sobre la mesa principal. “Necesitamos analizar los datos ahora. Si esta se?al realmente está vinculada a alguien externo, podría cambiarlo todo.”
Casey se dejó caer en una de las sillas improvisadas, su cuerpo todavía temblando por la adrenalina. “?Y si esta se?al no es una amenaza? ?Qué pasa si es alguien que busca lo mismo que nosotros?”
“?Y si no lo es?” replicó Iris, su tono afilado. “No podemos darnos el lujo de asumir lo mejor. Singularidad casi destruyó al mundo. Si alguien está jugando con lo que queda, podríamos enfrentarnos a algo peor.”
“?Algo peor?” Casey soltó una risa amarga. “?Qué podría ser peor que Singularidad?”
“Alguien con una mente humana detrás de esa red,” respondió Iris sin titubear. “Al menos Singularidad sigue una lógica programada. Pero una persona, alguien que entiende las fallas humanas y las usa... eso sería catastrófico.”
El silencio que siguió a sus palabras fue pesado. Incluso Lee, siempre dispuesto a calmar las tensiones, parecía pensativo. Casey miró las manos de Iris mientras conectaba el dispositivo extraído del nodo a una consola portátil. Estaban firmes, decididas, pero había algo en sus movimientos que revelaba una ligera duda.
“Lo descubriremos ahora,” dijo Lee finalmente, activando la consola. “Los datos deberían darnos una mejor idea de quién o qué está detrás de esa se?al.”
La pantalla comenzó a llenarse de líneas de código y gráficos mientras la consola procesaba la información. Iris y Lee intercambiaban miradas rápidas, trabajando en conjunto para descifrar el contenido. Casey, aunque sabía que no podía aportar mucho, no pudo evitar acercarse, su curiosidad superando su cansancio.
“Ahí está,” dijo Iris, se?alando un archivo con un encabezado extra?o: PROTOCOLO CRUX.
“?Qué demonios es eso?” preguntó Casey.
“No lo sé,” respondió Iris, abriendo el archivo. Lo que apareció en pantalla los dejó a todos en silencio.
Era un mapa, pero no como los que habían visto antes. Este no mostraba nodos de Singularidad ni rutas de sincronización. En cambio, marcaba varias ciudades y zonas abandonadas, todas conectadas por líneas intermitentes. En el centro del mapa, un punto parpadeaba con un color rojo intenso.
“Esta es la fuente de la se?al,” dijo Lee, ampliando la imagen. “Una instalación subterránea. Parece haber sido construida antes de Singularidad.”
“Eso no tiene sentido,” murmuró Iris. “Si es anterior a Singularidad, ?cómo puede estar usando la red?”
Casey, que había permanecido callado, se?aló algo en la esquina del mapa. Era un conjunto de números, un identificador que le resultaba extra?amente familiar.
“Es un código de identificación,” dijo, casi en un susurro. “Lo vi en los registros del nodo.”
Lee entrecerró los ojos, ampliando los datos del identificador. “Esto no es un simple código de transmisión. Es... un marcador personal. Esto fue enviado por alguien.”
“?Por alguien?” Iris se inclinó hacia la pantalla. “?Quién?”
Lee tardó unos segundos en responder. Cuando lo hizo, su voz estaba cargada de incredulidad. “El identificador pertenece a un exmiembro del proyecto Singularidad.”
Casey sintió que el aire se volvía pesado a su alrededor. “?Alguien del proyecto? ?Quién?”
Lee negó con la cabeza, su rostro pálido. “No hay un nombre en el registro. Solo las iniciales: R.K.. Pero si es quien creo que es, esta persona tuvo acceso directo a los primeros sistemas de Singularidad.”
“Eso significa...” comenzó Iris, pero no pudo terminar la frase.
“Eso significa que esta persona no solo entiende la red,” continuó Lee, con voz grave. “Es posible que tenga el conocimiento necesario para reactivarla, o incluso controlarla.”
La sala quedó en completo silencio mientras las implicaciones de lo que acababan de descubrir se asentaban. Singularidad había sido una amenaza abrumadora, pero si alguien estaba intentando usar sus restos para su propio beneficio, el peligro podría ser aún mayor.
“?Qué hacemos ahora?” preguntó Casey finalmente, su voz apenas un susurro.
“Primero confirmamos la ubicación,” respondió Iris, con la mirada fija en el mapa. “Si R.K. está detrás de esta se?al, necesitamos saber qué está haciendo. Y si está intentando reactivar Singularidad, lo detenemos.”
Casey asintió, aunque su mente seguía llena de preguntas. Quién era R.K., qué buscaba, y por qué sentía que cada paso que daban los llevaba más cerca de un abismo que no podían comprender.
Y hasta aquí el capítulo de hoy!
?Qué les pareció? En este punto del capítulo, las ideas están más claras que nunca, pero también surgen nuevas preguntas.
No olviden dejar sus comentarios y compartir sus teorías. Nos vemos en el próximo capítulo. ?Gracias por leer!