Dos días antes del torneo, Jhon decidió pasear nuevamente por la capital para distraerse y despejar la mente. El bullicio de las calles y la vitalidad de la gente le proporcionaban un respiro de sus responsabilidades diarias. Mientras caminaba por los callejones del mercado, disfrutando de la variedad de colores y aromas que llenaban el aire, comenzó a sentir una presencia inquietante. Alguien lo estaba siguiendo.
Jhon (susurrando para sí mismo): "?Quién podría ser? Mejor averiguo antes de que sea demasiado tarde."
A medida que avanzaba, la presencia detrás de él se hacía más evidente. Decidió girar bruscamente en un callejón estrecho, donde se detuvo y esperó. La figura encapuchada que lo seguía no tuvo más opción que confrontarlo. Su mirada penetrante obligó a la figura a bajar la capucha, revelando a una joven con ojos inquietos y desesperados.
Jhon (con voz firme): "?Quién eres y por qué me sigues?"
La joven, claramente nerviosa, levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Jhon.
Elara (con voz temblorosa): "Perdona, mi se?or. No tengo malas intenciones. Me llamo Elara, y busco tu ayuda desesperadamente."
Jhon (relajando su postura): "Elara, ?por qué me sigues? ?Qué es lo que necesitas?"
Elara tomó una respiración profunda antes de hablar, sus palabras impregnadas de urgencia.
Elara : "Mi hermano ha sido secuestrado por un grupo de bandidos. Temen por su vida. Necesito a alguien con tu poder para rescatarlo."
Jhon, intrigado pero aún cauteloso, continuó interrogando a Elara.
Jhon : "?Por qué has decidido pedirme ayuda a mí? Hay otros guerreros en la capital."
Elara lo miró directamente a los ojos, su voz firme a pesar del temblor en sus manos.
Elara : "A pesar de tu máscara y capa, he sabido que eras tú, duque Jhon. Te he estado vigilando desde mucho antes de que llegaras a la aldea. Sé que eres un hombre de gran poder y que mataste a los nobles que destruyeron tu aldea. Eres el único en quien puedo confiar."
Las palabras de Elara impactaron a Jhon profundamente. Nadie había mencionado su pasado de esa manera desde hacía tiempo. Reconoció la desesperación en sus ojos y, aunque su primera reacción fue de sorpresa, su sentido de justicia lo impulsó a aceptar la petición.
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Jhon (asintiendo): "Está bien, te ayudaré. dame toda la información que hayas conseguido de los bandidos hasta ahora."
Elara : se?or Jhon, no tengo información de ellos, solo sé que son bandidos y que trafican personas.
Jhon : está bien, vamos a buscar información.
Jhon y Elara comenzaron su investigación en la capital, preguntando en los mercados y tabernas sobre el paradero de los bandidos. La búsqueda no fue fácil, ya que los bandidos eran hábiles para ocultar sus rastros. Mientras indagaban, descubrieron que muchos ciudadanos temían hablar, pero algunos les dieron pistas valiosas.
Jhon (a un comerciante): "?Has oído hablar de algún grupo de bandidos que haya estado actuando en la ciudad últimamente?"
Comerciante : "He oído rumores de un grupo que opera en las afueras. Se dice que están involucrados en el tráfico de personas."
Finalmente, después de reunir suficiente información, descubrieron que los bandidos se escondían en una antigua fortaleza abandonada en las afueras de la capital.
Elara (preocupada): "Debemos apresurarnos. No tenemos mucho tiempo."
# El Asalto a la Fortaleza
Con un plan en mente, Jhon y Elara se dirigieron a la fortaleza. Utilizando sus habilidades mágicas y tácticas, se infiltraron en la fortaleza bajo la oscuridad de la noche. Jhon lideraba el camino, moviéndose con sigilo y precisión.
Jhon (en voz baja): "Mantente cerca y sigue mis movimientos."
La fortaleza estaba custodiada por varios bandidos, pero Jhon y Elara lograron evadirlos utilizando hechizos de invisibilidad y silenciamiento. Finalmente, llegaron a una gran sala donde los bandidos mantenían cautivos a varios prisioneros, incluido el hermano de Elara.
Elara (susurrando): "Allí está. Debemos actuar rápido."
Jhon y Elara, decididos a liberar a los prisioneros, se prepararon para enfrentarse a los bandidos. Jhon desenvainó su espada, el sonido del metal resonando en la gran sala. Su mirada era intensa, llena de determinación.
Jhon (con voz firme): "?No dejaré que lastimen a más inocentes!"
Elara levantó sus manos, sus dedos brillando con un resplandor mágico. Un aura azul envolvía sus manos mientras murmuraba hechizos antiguos, preparándose para inmovilizar a los enemigos.
Elara (concentrada): "Estoy lista, Jhon. Vamos a por ellos."
La batalla comenzó de manera explosiva. Jhon cargó hacia los guardias más cercanos, su espada cortando el aire con precisión letal. Bloqueó el ataque de un guardia con un movimiento fluido y contraatacó, derribándolo al suelo con un solo golpe.
Bandido 1 (gritando): "?Nos atacan!"
Elara lanzó un hechizo que inmovilizó a dos de los bandidos, sus cuerpos se paralizaron en el acto, incapaces de moverse. Sus ojos mostraban miedo mientras intentaban liberarse de la magia.
Elara (con voz firme): "?No podrán escapar!"
La batalla se intensificó rápidamente. Jhon se enfrentó a múltiples enemigos a la vez, su espada danzaba en un arco mortal, cortando y bloqueando con una precisión letal. Cada golpe era calculado, cada movimiento fluido. El sonido del metal chocando resonaba en la sala.
Jhon (en medio de la lucha): "?Voy a terminar con esto!"
Un bandido más grande y fuerte se lanzó hacia Jhon con una maza, pero Jhon, con una maniobra ágil, esquivó el ataque y realizó un giro rápido, cortando la maza en dos y luego clavando su espada en el pecho del bandido.
Bandido 2 (con dolor): "?Maldito seas!"
Elara, mientras tanto, utilizaba su magia para crear un escudo protector alrededor de los prisioneros, asegurándose de que no fueran lastimados durante el combate. Luego, conjuró bolas de fuego y las lanzó hacia los bandidos, incinerando a varios de ellos.
Elara (gritando): "?No dejaré que te lleven a más inocentes!"
A pesar de la ferocidad de los bandidos, Jhon y Elara demostraron ser un equipo formidable. La coordinación entre sus ataques físicos y mágicos fue impecable. Cada bandido que intentaba escapar o atacar fue rápidamente neutralizado.
Finalmente, solo quedaban unos pocos bandidos, y Jhon se lanzó hacia ellos con una furia implacable. Uno tras otro, los bandidos cayeron ante su espada, hasta que el último de ellos yacía en el suelo, sin vida.
Jhon (respirando con dificultad): "Hemos terminado aquí."
Elara corrió hacia su hermano, quien estaba atado en una esquina de la sala. Lo desató y lo abrazó con lágrimas de alivio. Su hermano, aunque débil y herido, sonrió con gratitud.
Elara (llorando): "?Estás a salvo ahora, hermano!"
Hermano de Elara (agradecido): "Gracias, mi se?or. No sé cómo podré agradecerle lo suficiente."
Elara : "Si alguna vez necesitas mi ayuda, estaré a tu disposición. No olvidaré lo que has hecho por nosotros."