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El nombre de un partido

  Pasó una semana desde el encuentro entre Jose y Fernando. La situación política no paraba de cambiar prácticamente cada día, y esta vez fue un escándalo de corrupción el que sacudió al PRR, tan criticado por Jose, el amigo de Fernando, que no tardó en enviarle una carta para hacerle ver que tenía razón.

  Aquel acontecimiento hizo que el PRR prácticamente desapareciera de las encuestas, aunque propició un auge en el PSOE, que incrementó su porcentaje de votos. Se había creado el escenario perfecto para el partido de Fernando y Jose, aún en fabricación.

  Aquella ma?ana pasada una semana desde su encuentro, Fernando volvió a recibir una carta de Jose.

  - Fernandooo.- le llamó Juan, su secretario.- Otra carta de Jose.

  Fernando acudió rápido, sabía que esa carta traería más detalles de su próximo partido.

  - ?Habéis decidido algo ya?-. preguntó curioso el secretario.

  Fernando no respondió, estaba leyendo la carta. En ella, Jose sugería dos nombres: Unión de derechas republicanas cristianas, la UDRC, o Partido republicano cristiano, el PRC, Jose le citaba una vez más para dentro de tres días en el café del Norte, en la plaza Mayor.

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  - Ehhh.- respondió Fernando distraído todavía leyendo la carta.- Sí.

  - ?Y cómo os vais a llamar?- preguntó Juan.

  - Todavía no lo sabemos pero lo más seguro es que seamos el Partido de derechas cristianas, el PRC.- dijo Fernando pensando.

  - Suena bien, pero los rojos no os van a votar ni de co?a.- dijo Juan.- Y la CEDA va a ir a por vosotros.

  - Parece que sabes mucho del tema.- dijo Fernando sorprendido por su secretario, habituado a verle rellenar formularios y responder cartas.

  - A mi la política me encanta, y más aún ahora que no es tan aburrido como con el rey Alfonso.- dijo Juan. -pero vuestra propuesta me gusta, creo que además va a captar a los moderados del PSOE, las típicas se?oras supercristianas que verán en vosotros el punto medio.

  - Piensas bien.- dijo Fernando con orgullo.- pero no sé si llegaremos a entrar al congreso en las próximas elecciones, nos tendremos que dar prisa.

  - No creo que lleguéis, son dentro dos meses, y hasta que os déis a conocer y tal, tardaréis.- reflexionó Juan- podéis empezar por presentaros aquí en Valladolid y si conseguís algo ya os ampliais.

  - Buena idea.- dijo Fernando pensando.- me gusta como piensas, ya te preguntaré más. - dijo Fernando para orgullo y satisfacción de su secretario.

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