La ma?ana en Arkanis III comenzó como cualquier otra, con el aire caliente del desierto filtrándose a través de los sistemas de ventilación de la Xyran. Lyra, Rho y Tali estaban ocupados con sus respectivas tareas a bordo de la nave. Había un aire relajado, el resultado de los encargos completados con éxito. Pero ese día no sería tan sencillo.
Lyra se encontraba revisando los nuevos encargos seleccionados por la Xyran, que había tomado la iniciativa de trazar un curso para el siguiente destino. Estaba por confirmar el primero de los encargos cuando un mensaje entró en su comunicador.
El rostro de Lyra se endureció al leerlo.
—"?Qué pasa?" preguntó Rho, levantando una ceja desde la terminal donde trabajaba.
—"Cancelados," respondió Lyra, su voz tensa. "Todos los encargos seleccionados por la Xyran."
Rho dejó caer su herramienta y se acercó a Lyra, curioso.
—"?Cancelados? ?Por qué?" preguntó Tali, quien había estado observando desde el otro lado de la nave.
Lyra miró el mensaje una vez más y lo leyó en voz alta:
—"Por motivos de seguridad, todos los encargos en la ruta hacia Vireon y Draconis VII han sido suspendidos debido a la intensificación de los conflictos bélicos. El área de tránsito es ahora de alto riesgo, y las rutas comerciales han sido desviadas."
Lyra apretó los pu?os con frustración. Draconis VII. Vireon. Su planeta natal.
—"Parece que la guerra ha llegado más lejos de lo que pensaba," dijo Lyra con una expresión dura. "Los planetas involucrados son Vireon y Draconis VII. Y no es solo un peque?o conflicto… está afectando todo."
Tali observó en silencio, la tensión evidente en sus ojos. Sabía lo que eso significaba para Lyra.
—"?Y ahora qué?" preguntó Rho, algo preocupado, pero aún manteniendo su tono relajado. "?Nos quedamos aquí esperando a que pase la tormenta?"
Lyra suspiró profundamente y miró a su alrededor, antes de finalmente soltar un exhalación resignada.
—"Parece que sí. No tenemos otra opción, por ahora."
Pero en su interior, Lyra sabía que esa guerra era más personal de lo que quería admitir. Y aunque el futuro inmediato estaba lleno de incertidumbre, también sabía que la Xyran no la dejaría atrapada. A lo largo de su vida, había aprendido que siempre había una forma de seguir adelante, aunque no siempre fuera fácil.
Y con esa determinación, se preparó para lo que vendría.
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El silencio dentro de la Xyran era casi palpable, interrumpido solo por el suave zumbido de los sistemas y los murmullos distantes de la tripulación. Lyra caminaba de un lado a otro, incapaz de quedarse quieta. El mensaje de cancelación de los encargos aún pesaba sobre ella. Sabía que la guerra no era solo un conflicto lejano; de alguna manera, ese caos también la alcanzaría a ella.
Fue entonces cuando miró a la consola de control de la nave y preguntó a la Xyran, como una forma de buscar algo que la sacudiera de su inactividad.
La Xyran, que había permanecido silenciosa por un tiempo, finalmente emitió una suave vibración, y una voz resonó a través de los altavoces.
—"Módulos detectados. Dos módulos activos a gran distancia. Localización registrada."
Lyra, sin apartar la vista de la pantalla, preguntó con la voz tranquila pero expectante:
—"?Qué módulos?"
La respuesta fue breve y directa.
—"Módulo de Contención Cuántica (CoreSeal-06).
Módulo de Comunicación Intergaláctica (Signal-04)."
Eso fue todo.
Lyra asintió lentamente, procesando la información. Ambos módulos estaban activos, pero no había detalles adicionales. Solo nombres, ubicaciones vagas, y eso era todo. Pero algo en ella sentía que esos módulos podrían tener respuestas a preguntas mucho más grandes que las que había planteado hasta ahora.
Rho, que había estado en la sala de máquinas y se acercaba ahora al puente, escuchó la última parte y sonrió de forma juguetona.
—"?Qué tenemos? ?Más piezas para armar la nave o algo aún más raro?"
Lyra lo miró sin decir palabra, mientras los nombres de los módulos seguían brillando en la pantalla, resaltando en la oscuridad del control.
—"Módulos activos. No estoy segura de qué significan todavía, pero la Xyran parece tener ideas sobre a dónde llevarnos."
Tali, que estaba cerca, se acercó también al panel. Su actitud seguía siendo cautelosa, pero había una leve curiosidad en sus ojos.
—"?La catedral y la red de satélites? Eso suena como un viaje largo. ?Vamos a investigar?"
Lyra no dudó en responder.
—"Voy a trazar el curso hacia el primero. No podemos quedarnos quietos. Algo en mi gut dice que debemos seguir esto."
Rho, al escucharla, dejó escapar una carcajada.
—"?Y qué pasa si es otro culto anti-tecnología? ?Deberíamos hacer una fiesta de bienvenida?"
Lyra le lanzó una mirada mordaz, pero no pudo evitar una peque?a sonrisa. A veces, la actitud ligera de Rho era justo lo que necesitaba para liberar un poco de tensión.
—"Si encontramos algo, solo asegúrate de no empezar una pelea con ellos."
—"?Trato hecho!" Rho levantó las manos en se?al de rendición, sonriendo ampliamente. "Siempre dispuesto a ser el pacificador."
Tali, con una mirada algo más seria, giró hacia Lyra.
—"Voy con ustedes. Si vamos a descubrir algo de lo que la Xyran realmente es, es mejor que estemos preparados para todo."
Con un suspiro, Lyra asintió.
—"Vamos entonces."
La Xyran comenzó a cambiar de rumbo, estableciendo un curso hacia lo desconocido. Los módulos de contención y comunicación podían ser la clave de algo mucho más grande. Y mientras la nave avanzaba, la tripulación no sabía si eso los llevaría a respuestas, o si solo los sumergiría más profundamente en un misterio que nunca podrían desentra?ar.