Capitulo 7 Ciudad Florent
Al lado del camino, la fogata crepitaba suavemente mientras el grupo descansaba alrededor de ella. La noche era fría, y la luna se escondia tras un manto de nubes grises. Alexis y Julie se acurrucaban junto al fuego, escuchando a los aventureros con los que ya habían agarrado confianza.
Darek estiro los brazos y sonrió.
-Supongo que es un buen momento para contarles una historia sobre Florent ?no?-
Renzo bufo
-seguro que contaras la misma de siempre.
-ja, ja,ja pero es divertida ?no?.
-eso depende-dijo Miria, arqueando una ceja- si es otra historia de como bebiste demasiado y despertaste en una pocilga, paso.
-?oye, esa fue solo una vez!-protesto Darek-
Julie al imaginar dicha situación, solo solto una peque?a carcajada.
*coff coff* interrumpio Darek- esta historia es distinta. Es sobre amor, pasión y una gran… ?escapada!
Esas palabras habia captado la atención de todos.
-hace algunos a?os, cuando era joven y apuesto… bueno, mas joven y mas apuesto-aclaro con una sonrisa- llegue a florent con un grupo de mercenarios. No tarde en encontrarme con una noble encantadora, una mujer de cabellos oscuros y ojos verdes que brillaban como gemas bajo la luz de las velas.
-?era realmente una noble?-pregunto Julie con interés.
-Por supuesto- Darek asintió con orgullo- Nos conocimos en un festival, y tras unas cuantas copas y palabras dulces, terminamos en sus aposentos.
Al escuchar eso, Renzo y Miria le dieron una mirada, se?alando con la vista a Julie.
-?ey! ?ey! No es ese tipo de historia… bien continuemos, estábamos en sus aposentos y todo iba de maravilla… hasta que de repente la puerta se abrió de golpe.
-oh no…- susurro Julie
-sii.. exacto. Ahí estaba su padre, un viejo con mas bigote que paciencia, y sus dos hermanos, cada uno con una espada en la mano.
-?y que hiciste?- pregunto Alexis cruzándose de brazos interesado.
-bueno, primero intente explicarme, pero no parecían interesados en escuchar. Asi que hice lo único sensanto: ?hui!
Los dos mas jóvenes se rieron al imaginarlo.
-pero no fue tan fácil- continuo Darek- en mi apuro apenas tuve tiempo de agarrar mi pantalón y mis botas. Asi que ahí estaba yo, corriendo medio desnudo por los pasillos de una mansión noble, saltando sobre muebles y esquivando sirvientes.
-??y lograste escapar?!-preugnto Julie con los ojos brillante.
-oh, si. pero no sin sufrir. Cuando finalmente logre Salir, me encontré con el frio nieve de Florent…. ? y sin camisa!- Darek se estremeció de recordarlo- Corri por las calles cubierto solo con mi capa y mis pantalones medio puestos, mientras los guardias gritaban ?Atrepenlo!
Las carcajadas estallaron en el grupo.
-?no me lo imagino!- dijo Miria entre risas.
-Creelo, fue una noche larga- Darek suspiro- pero aprendi una lección importante ese dia…
-?Cuál? -pregunto Alexis
Darek sonrio con picardía
-si vas a enamorar a una noble, asegúrate de que su familia no este en casa.
Las risas continuaron por un buen rato, y aunque el frio de la noche los envolvía, la calidez de las historias que todos compartían y la compa?ía hizo que se sintieran más cerca.
*****
El camino de tierra pronto se convirtió en un amplio sendero empedrado, marcando la cercanía de la ciudad. A medida que el grupo avanzaba entre charlas, la vista de Florent emergió imponente en el horizonte.
Sus murallas de piedra gris oscuro se alzaban majestuosas, con torres de vigilancia que sobresalían como centinelas eternos. Eran tan gruesas y altas. Pero lo mas impresionante era el movimiento que la rodeaba. Cientos de personas entraban y salían por las enormes puertas de hierro, custodiadas por soldados con armaduras brillantes y lanzas en mano. Caravanas de mercaderes, viajeros, aventureros y campesinos formaban una interminable fila que avanzaba con paciencia.
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-Esto… es inmenso- Alexis apenas podía contener su asombro.
A medida que se acercaban a la entrada, Alexis noto algo que lo dejo aun mas sorprendido: no solo habia humanos en la multitud. Un enano con barba trenzada discutia acaloradamente con un comerciante. Su acento aspero y su voz grave lo hacian destacar entre la multitud, en especial ese acento denotaba que no era de por aca.
-mira eso..- susurro Darek, se?alando con la cabeza.
Alexis tuvo que parpadear varias veces para asegurarse de que estaba viendo bien.
Un orco. De piel verdosa, cuerpo masivo y colmillos sobresaliendo de su mandíbula, guiaba a una gran carruaje con calma, sin prestar atención a sus alrededores. Vestía una camisa de lino grueso y un chaleco de cuero, como cualquier otra carreta.
-nunca había visto un orco…- dijo Alexis sorprendido, pues solo los habia por imágenes y retratos en libros. Su hermana parecía mas atonita, mientras miraba sorprendia todo a su alrededor.
Miria sonrio- esperen a ver el interior… es aun mas impresionante.
El grupo aun envueltos en el bullicio de la multitud. Alexis y Julie intentaban asimilar la inmesidad de la ciudad cuando algo en la multitud llamo su atención: un grupo de personas encadenadas avanzaban lentamente bajo la atenta vigilancia de varios guardias.
Sus ropas eran simples y desgastadas, algunos iban sin camisa, mostrando cuerpos marcados por cicatrices. Entre ellos habian humanos, pero tambien 5 orcos.
Los orcos eran grandes y musculosos, con piel color café casi rojiza, con rostros endurecidos por la vida. Sus colmillos sobresalían dándoles un aspecto feroz, pero sus ojos transmitían algo mas que fuerza: odio, orgullo y determinación.
-?Quiénes son?... ?y porque esos orcos son tan diferentes al que vimos antes?- pregunto Alexis
Miria miro de reojo y explico- por lo que veo son esclavos, pero mas específicamente gladiadores viendo sus cuerpos bien entrenado, en cuanto a esos orcos… amm, si conoces el reino Grandor ubicado mas al norte ?verdad?- sin confirmar si el chico sabia esta información continuo- el orco que vimos antes pertenece a ese reino y esos esclavos pertenecen a las regiones desérticas del sur… aunque ambos comparten lenguas maternas, tienen un idioma diferente, una cultura diferente e incluso… podríamos decir que los orcos de Grondol son mas avanzados que algunos reinos humanos, sin embargo los que viven en las regiones desérticas del sur son mas salvajes, viven en peque?os clanes dispersado y se dedican a saquear. Su piel es diferente…?supongo que por el clima?, realmente nunca lo pensé.
Darek asintió- Es algo que solo los eruditos estudian y les interesa… pero chicos, si están trayendo gladiadores, parece que pronto habrá batallas en la arena. Deberían ir a verlo, los orcos son impresionante. Siempre es una buena opción apostar por ellos.
Alexis fruncio el ce?o
-?la arena?... ?oh es verdad! Escuche que en el coliseo de Florent hay varios eventos… ?entonces pelean hasta la muerte?-pregunto curioso.
Darek negó con la cabeza.
-no siempre, en la mayoría de los casos las peleas no son a muerte… pero aca, todo depende del organizador. Algunos nobles pagan grandes sumas para ver sangre.
Alexis seguía observando a los gladiadores, a él, que le gustaba la espada, le parecía interesante ir a ver estas batallas en la arena.
Julie, quien habia estado en silencio, tiro de la manga de Alexis con el ce?o fruncido.
-?no es eso muy cruel?
Miria la miro con una sonrisa amarga, pensando que la ni?a era al final… solo una ni?a.
-Este mundo no es justo Juli, y aquí en la ciudad puede que aprendas un poco de eso.
Al pasar por la entrada y pagar su ingreso a los guardias, fue como entrar en otro mundo.
El interior de la ciudad rebosaba de vida y movimiento. Calles empedradas se extendían en todas direcciones, llenas de mercaderes que pregonaban sus productos a todo pulmón. El aire estaba impregnado de una mezcla de olores: pan recien horneado, especias exóticas, sudor, las heces de los animales y el inconfundible aroma del metal recien forjado en las herrerías.
Las edificaciones eran mezclas de casas de piedra y madera asi como tambien con barro y adobe, algunas con techos de tejas rojas y otras con simples tejados de paja. Habia grandes carteles colgando de las tiendas: tabernas con nombres rusticos, armerías con espadas en exhibición y puesto de comida con humeantes calderos de guisos.
A un lado, un grupo de ni?os correteaba entre los puestos de mercado. Esquivando transeúntes mientras un panadero los maldecia por haber intentado robarle una hogaza.
En una esquina, un bardo tocaba su laud, entonando una canción sobre un antiguo héroe, mientras algunos transeúntes dejaban monedas en su sombrero.
-este lugar es gigantesco…-murmuro Alexis, abrazando a Julie.
-y apenas estamos en la zona comercial-respondio Darek con una sonrisa- mas adelante están los barrios nobles y, en la colina central. El castillo del conde.
Los aventureros siguieron avanzando, guiándolos entre las calles abarrotadas.
-vamos primero a mi casa-dijo Miria- Florent es grande.
Al escuchar eso, Alexis negó con la cabeza y dijo – lo siento… amm ahora mismo tengo que ir a otro lugar, tengo que darle algo al amigo de mi abuelo.
-?oh! ?tan pronto?...- pregunto Miria
-si, lo siento.
Con una sonrisa Miria solo asintió- bueno esta bien, pero si nos buscas estaremos en la “calle liebre” esta cerca de la plaza, es una posada llamada…
-ja, ja se llama Miria, sus padres lo nombraron asi por ella- se rio Darek
Al escuchar esto, Miria solo se rio avergonzada y asintió- asi que si no tienen donde quedarse pueden ir ahí.
-bueno Alexis… fue gusto conocerte- Darek le dio dio un fuerte apretón de manos- a ti tambien peque?a- sonrio y acaricio el cabello de Julie.
Alexis solo sonrio, en este poco tiempo que los habia conocido se dio cuenta que eran buenas personas, Darek quien ya tenia casi 30 a?os era muy amable con los ni?os y los otros dos que estaban en sus 20 eran igual de buenas personas.
-bueno chicos, aquí nos separamos. Fue un viaje interesante.
Renzo cruzo los brazos y suspiro con suavidad.
-cuídense y recuerden lo que les dijimos, Florent puede ser un lugar lleno de oportunidades, pero tambien de peligros.
Darek solo asintió con la cabeza
Alexis les dirigio una mirada firme.
-Gracias por acompa?arnos. Aprendí mucho en el camino.
Julie un poco entristecida abrazo a miria- nos vemos pronto.
La maga revolvió su cabello- nos volveremos a ver peque?a.
Y con un ultimo apretón de manos, los aventureros se alejaron, perdiéndose entre la multitud.
Alexis tomo de la mano a Julie, y con la otra agarro la cuerda de Cafecito y miro alrededor. Tenia una dirección a la que ir.
-bien-dijo en voz baja- primero preguntemos y vayamos a esa dirección.