Las fuerzas humanas de refuerzo ya contaban con su propio armamento estándar y no dependían del armamento remanente de la Tercera Guerra Mundial Planetaria. Si bien dicho armamento demostraba ser efectivo en combate, su uso sostenido resultaba inviable debido a la imposibilidad de reparación y reposición, consecuencia directa de la destrucción de las instalaciones de manufactura durante el conflicto. Ahora, por primera vez, la humanidad luchará con su verdadero arsenal: armamento plenamente desarrollado, producido y respaldado por la República ESTU, en su enfrentamiento contra el Imperio Interestelar.

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