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4. La tortura II

  Después de que el Alfa noqueo a la humana quedo atontado por el fuerte grito, aun le zumbaban los oídos.

  Mientras tanto Aliana, quien ya estaba completamente recuperada después del grito, salió de su habitación en su forma de mujer, estaba preocupada por su hermano, asustada por el doloroso ruido que afecto sus oídos. Le pregunto a uno de los guardias donde estaba el Alfa.

  -En el calabozo interrogando a la bruja- Dijo el hombre.

  Aliana tuvo un mal presentimiento y corrió a su encuentro, bajo las largas escaleras que conducían al sótano que estaba lleno de celdas vacías a excepción de una. Vio a su hermano erguido mirando al suelo y a sus pies vio el cuerpo inmóvil de la criatura que la ayudo a liberarse de la trampa de plata en el bosque.

  - ?Qué has hecho Cas? - Le grito Aliana.

  -Aléjate, es peligrosa- el Alfa le advierte para que no se acerque.

  - ?De qué hablas? Ella no es peligrosa- Le dice al Alfa con un claro tono de angustia.

  - ?El Beta me informo que la bruja te venia siguiendo!

  Fue en ese momento que Aliana se dio cuenta del enorme mal entendido.

  -Ella me siguió sólo por quererme ayudar a tratar mis heridas. Fue ella quien me libero de la trampa.

  Aliana se abalanzo sobre el cuerpo inconsciente de Luz, con lágrimas en sus ojos repetía - Que has hecho Cas, por la Diosa de la Luna, que has hecho- Tocaba su cuerpo y lo movía con un suave zamarreo para ver alguna reacción, pero no la había.

  El Alfa con una expresión fría espeto -Haz lo que quieras con la criatura- y se marchó, dejando a Aliana con Luz entre sus brazos.

  La adolescente llamo al guardia que custodiaba la celda y le ordeno llevar el cuerpo inconsciente de Luz a la habitación que estaba junto a la suya.

  Tras ellas entraron tres mujeres, la recostaron sobre la cama, rasgaron sus ropas con navajas dejando el cuerpo completamente expuesto.

  Prepararon la tina con agua tibia y metieron en ella a la muchacha quien permanecía inconsciente.

  Con mucho cuidado la ba?aron, sacando todo el barro espeso, dejando ver su verdadera apariencia. Una de las mujeres se apiado en voz alta de sus heridas.

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  -Pónganla sobre la cama – Aliana quería ver el cuerpo de la mujer para tener una mejor idea de sus heridas.

  Lloro al verlas. Tenía un enorme moretón en su abdomen y espalda. En su cuello se podía distinguir marcados los dedos del agarre que sufrió. Su mejilla, pómulo y ojo derecho estaban morados e hinchados, sus labios estaban partidos y llenos aun de sangre. Al subir su parpado observo el tinte rojo sangre que cubría toda la conjuntiva.

  -Por favor despierta- susurro a su oído sin obtener respuesta. cubrió el cuerpo de Luz con una sábana blanca y solicito la presencia de la sanadora.

  Al poco tiempo ingreso a la habitación una mujer de cabello blanco y bien constituida de no más de 50 a?os que se puso inmediatamente a la orden de la hermana del Alfa.

  Era Roxi la sanadora. En este mundo un sanador es como un médico que además de utilizar hierbas y diferentes especias para tratar males, también utilizaban magia curativa. Su magia era sólo con el fin de curar, no servía para otros fines. Por otro lado, los hechiceros y las brujas podían hacer diferentes tipos de hechizos y eran más poderosos.

  En las manadas de todo el continente tenían a estos cambiaformas curativos especialmente para situaciones graves, era poco habitual necesitar sus servicios cuando no estaban en guerra, porque en general los hombres lobos no se enferman y tienen una capacidad de curación extraordinariamente rápida, heridas peque?as sanan en segundos y aquellas más grabes demoraban sólo un par de horas en sanar.

  Aliana explico todo lo ocurrido a Roxi y mostró su preocupación debido a que un cambiaformas ya habría sanado de sus lesiones, pero esta joven permanecía exactamente igual a cuando la encontró en el calabozo.

  Al acercarse la sanadora, evaluó las lesiones, tomo el pulso y puso sus manos sobre el cuerpo de Luz sin llegar a tocarlo, pasándolas desde su cabeza hasta la punta de sus pies, miro a Aliana con cara de sorpresa.

  -No es un cambiaformas, tampoco una Bruja ni un elfo ni ninguna criatura de este mundo- Comento la sanadora, no podía quitar la cara de sorpresa, jamás vio a nadie como ella, y se preguntaba que sería la criatura.

  Los hombres lobos y cambiaformas eran todos de piel blanca y sus cabellos variaban en color, pero siempre serian lisos o con risos suaves, pero jamás había visto estos rulos, esta descripción de habitantes en este planeta también incluían a los elfos cuya diferencia eran sus orejas puntiagudas y no podían cambiar a una forma animal.

  Respecto a las brujas, la única diferencia con los otros dos era que su piel tenía un leve tinte verde.

  Pero Luz era diferente. Su piel era trigue?a, más clara que una mulata, pero más oscura que una mujer blanca, era como si alguien de tes clara se bronceara con un hermoso tono trigue?o, su larga cabellera negra estaba llena de rulos igual que resortes finos y bien tupidos, pero lo más sorprendente era el tono de sus ojos verdes, nadie en este planeta los tenía así.

  Esta mujer era única con sus características físicas, sin hablar de lo bello de sus facciones a la vista en el lado izquierdo de su cara que no estaba golpeada.

  Roxi continúo desplazando las palmas de sus manos sobre el cuerpo de luz.

  La sanadora comento que tenía una hemorragia dentro de su abdomen y una contusión cerebral que la mantenía en coma.

  Aplico toda su energía para ayudar a sanar sus heridas. Logro detener la hemorragia y disminuir la inflamación de su cerebro y rostro.

  -Dale tiempo- Le hablo Roxi a Aliana – Sólo el tiempo dirá si sobrevive a sus heridas.

  Aliana estaba destrozada y verdaderamente enojada con el Beta y el Alfa por asumir cosas sin preguntar, pero además estaba molesta con ella misma por lo estúpida que fue al no asegurarse de dejar en claro las intenciones de la joven.

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