En su estado de inconsciencia Luz comenzó a so?ar pasando a través de diferentes momentos de su vida como si no estuviera en este mundo de monstruos.
Como siempre, lo primero que vio en sus sue?os fue a sus padres aun vivos realizando un paseo a la playa, siendo este uno de los tantos momentos felices que tuvo junto a ellos, se vio a sí misma cazando lagartijas que liberaba después para que siguieran en su hábitat, se veía a sí misma ingresando al mar junto a su padre para bucear en apnea, le maravillaba ver el fondo marino con todos sus corales, peces, algas, pulpos. Los lobos marinos jugando en su espalda y mordisqueaban sus aletas. Recordaba como veían peque?os seres bioluminiscentes dando un sentido mágico bajo el mar.
Recordaba como sacaba machas y almejas para entregarlas a su madre que las cocinaba en la playa.
Así paso por diferentes recuerdos, hasta que so?ó con lo vivido sus últimos días en la ciudad.
Era fin de a?o en su querido planeta tierra, los estudiantes recién acababan de terminar la práctica de la ceremonia de graduación, cuando en un momento se escuchó muy fuerte una voz en tono burlón.
- ?Por qué eres un bicho tan raro? - Espeto Alejandra.
Luz Rivera era una chica extraordinaria de 17 a?os y sólo los envidiosos de la escuela podían ser tan crueles con sus palabras, pero a Luz no le importaba.
Se oyó una voz masculina acercarse.
- ?Luz, es esa una ranita de Darwin? - Pregunto emocionado su mejor amigo Luis.
Este chico era alto, rubio, con ojos azules y muy guapo. Eran mejores amigos desde la infancia, se seguían en todas las locuras y aunque suene extra?o, se quisieron siempre sólo como amigos casi como hermanos y jamás existió una intención romántica entre ellos.
-Si, si, no es fantástico- Exclamaba Luz emocionada.
Otra voz femenina se escuchó - ?No lo puedo creer! - Grito emocionada Laura, la mejor amiga de Luz de la escuela.
Los tres saltaban como ni?os de la emoción y reían a carcajadas mientras el resto de sus compa?eros los miraban, algunos con gracia y otros con disgusto. En fin, a los tres les daba lo mismo, eran felices, así como eran.
Luz salió innumerables veces en busca de estas ranitas junto a su padre que era Biólogo, pero jamás lograron encontrarlas. Cuando sus padres murieron, nunca más salió a buscar ranitas. Pero hoy en forma milagrosa vio a una de ellas en el lugar más inverosímil e incluso logro atraparla. Sus amigos estaban emocionados ya que estaban al tanto de la historia tras este evento.
La madre de Luz fue enfermera y su padre Biólogo. Adoraban a su única hija. La instaban a ser mejor en todo, no por obligación, jamás la presionaron en nada, pero notaban el potencial innato como futura líder.
Le ense?aron muchas cosas. Era de las chicas que poco utilizaban el celular y la tele. Le encantaba leer de todo desde historietas a enciclopedias.
Aprendió a bucear en apnea junto a su padre.
Salían en familia a excursiones locas donde el avistamiento de un simple caracol causaba éxtasis, sin mencionar la emoción de casar lagartijas y ara?as. Como no temía a las ara?as, en tres ocasiones fue mordida por las temidas Loxosceles laeta o conocidas también como ara?as de Rincón, pero a pesar de ser altamente venenosas, ella era de las personas cuyo veneno no afectaba gravemente su salud y sólo dejaba una peque?a roncha en el lugar de la mordedura, esta peculiaridad tenía fascinados a los médicos, ya que mucha gente tenía reacciones terribles que causaban la muerte, pero no a ella ni a su madre; diferente historia fue para su padre, que con sólo una mordedura de estas ara?as de rincón estuvo hospitalizado grave en su infancia.
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Gracias a su madre Luz sabia como detectar la fiebre y como tratarla, incluso su madre le ense?o a poner inyecciones y a suturar. Esto era más de lo que se podía esperar de una ni?a, pero era tanta su curiosidad y su necesidad de aprender, que simplemente la ayudaban a saciar su sed de conocimiento.
Era la mejor alumna de su escuela, enorgulleciendo a sus padres que estaban felices por el futuro brillante que le esperaba.
Lamentablemente a sus catorce a?os su vida tuvo un vuelco. Sus padres murieron de una forma espantosa al ser asaltados dentro de su hogar. Uno de los delincuentes intento abusar de ella y su padre se abalanzo para protegerla recibiendo un disparo directo al corazón, su cuerpo cayó sobre el de Luz en su último aliento para protegerla. Al ver esto su madre corrió a socorrerlo recibiendo un tiro en la cabeza.
Al oír las sirenas de la policía acercándose, los delincuentes escaparon, dejando a Luz tirada en el suelo y sobre su cuerpo estaban ambos padres muertos. Esto calo profundamente en su mente y toda su vida.
Sus abuelos maternos pasaron a tener su tutela.
Su abuelo la detestaba, era en extremo racista y si no contabas con una piel clara, les rechazaba. Nunca acepto que su hija que era blanca, rubia y de ojos verdes (la madre de Luz) Se casara con un hombre moreno, el viejo no entendía incapaz e fijarse en todas las cualidades buenas del yerno el cual era muy inteligente, trabajador, buena persona y muy guapo.
Al nacer Luz, su abuelo fue a visitarla, pero la rechazo en forma inmediata por tener un tono de piel más oscura y similar al de su padre, a pesar de que su cara era la viva imagen de su madre.
Desde que se vio forzada a vivir en la casa de sus abuelos a los 14 a?os el hombre le recordaba todos los días que era una “negra fea”, lo que mermo aún más en la psiquis de esta pobre adolescente.
Su abuela era una mujer amable pero incapaz de defenderla ya que sufrió el maltrato psicológico de su pareja y no tenía voz ni para defenderse ella misma.
Todo esto motivo que a su corta edad se fijara metas y se esforzó aún más en ser la mejor, logrando una beca que le permitiría vivir y estudiar en la mejor universidad del país, así saldría de esa casa perturbadora.
A pesar de todo lo malo, agradecía estos a?os por tener techo y comida, pero ya estaba aburrida de los maltratos de su abuelo.
Así a sus 17 a?os por fin termino la escuela y le esperaba un futuro brillante en la universidad tal cual sus padres anhelaron.
Para la fiesta de graduación debían ir de etiqueta. Luz nunca fue a una de estas fiestas y no tenía vestido para aquello. Su abuelo manejaba los recursos de su herencia por ser menor de edad y era un taca?o. No le daría el dinero para comprar un vestido.
Laura su mejor amiga, era de una familia acomodada, ella y sus padres tenían gran cari?o por Luz y no dudaron en darle de regalo el dinero para comprar el conjunto para la fiesta.
Luz intento rechazar la oferta, pero fue obligada por su amiga y familia a aceptar.
Al día siguiente los tres amigos salieron de compras, Luis iría como guardaespaldas y burro de carga para las chicas.
Laura quería que su amiga fuera despampanante en la fiesta, pero Luz era vergonzosa a la hora de mostrar su piel, siempre vestía ropas grandes, polerones sueltos manga larga y pantalones muy anchos con bolsillos, su inseguridad fue fruto de las criticas constantes de su abuelo.
- Luz, este vestido es hermoso para ti- Laura mostraba emocionada el vestido sin mangas, ajustado y casi sin espalda.
- No puedo utilizar eso- dijo con voz baja y llena de vergüenza.
- ?O por favor, tienes una gran personalidad para muchas cosas! ?pero te da vergüenza usar esto? – la criticaron sus amigos.
Luz sentía que era fea y no se hallaba con algo puesto tan lindo y revelador.
- ?Estás loca, eres hermosa! -Laura estaba molesta - Te he visto cuando vamos a bucear, pareces modelo con todas tus curvas y tus ojos verdes. Yo quisiera tener ese cuerpo. Además, envidio tu melena, no sé cómo lo haces para tener peinado tu cabello tan largo y lleno de risos. Me insultas creyendo que eres fea.
Luis estuvo de acuerdo con todo lo que comento Laura y también la sermoneo.
Luz sintió que sus mejillas y orejas ardían de vergüenza al mismo tiempo se sintió alegre por los elogios que no buscaba.
Cuando finalmente terminaron sus compras en el centro comercial, salieron haciendo planes de cómo se juntarían para la fiesta. Finalmente se separaron para seguir sus caminos respectivos al hogar.
Luz quiso caminar, su casa quedaba atravesando campos que colindaban con el bosque. Llevaba una bolsa larga y pesada con el vestido y otras dos con regalos que Lucia le obligo a aceptar. Cuando iba a mitad de camino comenzó a arrepentirse de ir caminando por un sector donde no había locomoción y tampoco se?al para llamar a un Uber. Tomo una pausa, bajo las bolsas para recuperar fuerzas y fue en ese camino que oyó el gemir lastimero de un cachorro dando lugar a todos los acontecimientos que la tienen gravemente herida.
Así continuó so?ando durante todo su periodo de inconsciencia.