Después de que Luz salió corriendo del jardín, se fue a buscar a Aliana. En un principio estaba asustada y una ola de sensaciones extra?as recorrían su cuerpo, pero después de dar vueltas en círculos durante una hora para estar lejos del Alfa finalmente se aburrió, quería distraerse para olvidar sus problemas.
Acudió a la habitación de Aliana asumiendo que podría encontrarla en el lugar.
La quincea?era la llevo a conocer en forma más profunda la casa de carga incluso más tarde podrían dar un paseo por la manada, ver el mercado o visitar una taberna, Aliana pensó que estarían bien con el paseo ya que durante la fiesta de la Luna muchos vieron a Luz y nadie intento lastimarla por no ser loba, además mientras más cambiaformas la vieran junto a la hermana del Alfa, sería menos probable que actuaran de mala manera sospechando que fuera un espía frente a la criatura.
Mientras ambas muchachas paseaban, se dirigieron a la cocina. Luz fue presentada a las Omegas del lugar. Todas fueron muy amables. Ya tenían una idea de cómo lucia la criatura porque se había corrido la voz de esta misteriosa mujer. Ambas jóvenes tomaron asiento y aprovecharon de almorzar.
-Sería genial si puedo venir siempre a comer aquí y no hacerlo en mi habitación - comento Luz mientras masticaba algo similar a una manzana – No me gusta estar sola y encerrada, me trae malos recuerdos.
Todas las Omegas dieron una mirada buscando la aprobación de la hermana del Alfa. Ella asintió positivamente.
- Por su puesto - Hablo Serem la Omega a cargo- puedes venir aquí todas las veces que desees. Estaremos gustosas de servirte y darte compa?ía.
Mientras charlaban, comían y reían, algunas Omegas más audaces y curiosas le preguntaban a la criatura por su vida y costumbres. Ella no tuvo problemas en explicar y saciar la curiosidad de las lobas.
Lo que más les llamaba la atención a las Omegas eran los ojos verdes de la joven, nunca vieron este color en alguien de este planeta, también comparaban el color de piel poniendo sus brazos junto al brazo de Luz y de vez en cuando preguntaban si podían tocar alguno de los rulos ubicados en su basta cabellera, parecían ni?as llenas de interés y asombro. Luz era igual de curiosa y no le molesto en nada la curiosidad de las lobas.
Mientras estaban en eso, ingreso a la cocina Roxi, saludando sorprendida al ver a Luz.
- Buenas tardes ?Cómo va la comida?
- Bien - Luz daba mordiscos placenteros a su alimento- Todo esto es delicioso, jamás había probado estos platos, no estoy segura de que son, pero me irán explicando cada uno de ellos y si tengo suerte me ense?arán a prepararlos.
-Supe que fueron atacados por un Antrax, no acudiste a mí por lo que asumo que no te hirieron – Comento la sanadora mientras tomaba la comida sobre la estufa.
-No sufrí heridas, sólo quedé con la conmoción emocional. Quiero volver a mi hogar, pero esa cosa nos atacó y obligo a devolvernos.
- ?La expedición al bosque fue para retornar a tu planeta?
-Si.
- Mi ni?a ?crees que será tan fácil como ir al bosque y volver? Te voy a explicar lo siguiente. Pasado nuestros límites de seguridad comienza el territorio peligroso de las brujas y monstruos, no creo que tu provengas de ese lugar, tomando en consideración el como llegaste hasta aquí, asumo que fue atreves de un portal mágico que se abrió y te hizo llegar hasta nuestro mundo. Pienso que será imposible retornar de la forma que quieres. Tendremos que pedir ayuda a los sabios para que nos orienten de cómo sacarte de aquí.
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Luego Roxi pensó para sí misma - La Diosa de la Luna te envío hasta aquí con algún propósito especial, no creo que fuera simple casualidad - por supuesto, este fue solo un pensamiento, por lo que nadie la escucho.
El ánimo de Luz se desmorono, pero al notar su tristeza todas le dieron palabras de ánimo. Mientras ella se encuentre en este mundo, se harían cargo de ayudarla e incorporarla a la vida de la manada para hacer más agradable su estancia.
La voz dulce de Aliana se escuchó - Luz, no estés triste, no es tan malo, puedes verlo como unas vacaciones. Encontraremos la manera de regresarte a tu mundo, sólo se paciente.
Al terminar de comer y saciar toda la curiosidad de las lobas, las dos muchachas se dirigieron sin un rumbo específico dentro de la casa de carga.
Aliana sólo estaba paseando y mostrando cada rincón, de esta forma lograr que Luz se familiarice con el lugar y no se pierda, además la presento a cada guardia apostado dentro de los pasillos.
- Aliana, tengo una duda- Luz se detiene frente a ella con una cara seria mirando a los ojos bicolor de la joven loba.
- Pregunta, veré si puedo responderla.
- ?Tu eres la hermana del Alfa?
- Si, lo soy.
- ?él fue quien me ataco? Deduzco que fue él, ya que en la fiesta escuche su voz mientras daba su discurso. Estoy segura de que era su voz.
Aliana callo por unos minutos, sabía que era inevitable ocultar por más tiempo este hecho, por lo que decidió sincerarse por completo.
-Luz, sé que tu llagada ha estado marcada por dolor. Si, el Alfa es mi hermano. Todo lo que te ocurrió en parte fue mi culpa, le dije a Xioma que es nuestro Beta que tú me seguiste, pero no especifique que era para ayudarme. Los guerreros asumieron que me atacaste y sin ser yo consiente de aquello te llevaron al calabozo. Mi hermano fue informado que un tipo de bruja me ataco. Tú estabas cubierta de un espeso lodo mal oliente y tu cuerpo se veía como una masa amorfa a causa de la ropa que traías puesta. La reacción más lógica de mi hermano fue atacarte pensando en que tú me habías agredido. él quería saber cuáles eran tus intenciones. En nuestro mundo, muchas de las bestias se recuperan muy rápido de sus heridas, nadie sabía que tú eras de otro mundo y que cada herida demoraría tanto en sanar.
Cuando me enteré de que tu estabas en el calabozo siendo golpeada, fui inmediatamente a tu encuentro. Mi hermano me decía que me alejara de ti porque pensaba que eras peligrosa, las brujas son muy peligrosas si logran hechizarte. Fue cuando me di cuenta del mal entendido, me abalancé sobre tu cuerpo para que no te siguiera golpeando, le explique a mi hermano que tu no eras una amenaza. Le tomo unos minutos comprender lo que yo le hablaba por que el aún estaba lleno de ira, cuando se calmó entendió el error y me permitió cuidarte. Desde entonces que he sentido una gran culpa, no fui clara en explicar a los guerreros cual fue tu rol en el bosque y casi hago que te maten por no aclararlo - Aliana comenzó a llorar, tomaba las manos de Luz mientras le pedía perdón por todo lo que la obligo a soportar.
Aliana se pasó el dorso de sus manos por su cara para secar las lágrimas de sus mejillas y limpio su nariz con el vuelo de su vestido, cerro sus ojos y con una voz abatida hablo -Luz, mi hermano es un buen hombre y excelente Alfa, estoy segura de que él está arrepentido. Le exigí que no te molestara y es por eso que nunca se acercó a darte una disculpa, todo lo ocurrido fue por mi culpa. No debes preocuparte por él, ya no te hará da?o.
Luz callo el resto del camino. Todo era muy confuso para ella y necesitaba aclarar su mente.
Mientras paseaban por los diferentes lugares se cruzaron con una caballeriza dejando a Luz sorprendida - ?Tienen caballos?
-Si, tenemos 500 caballos y dos de las hembras están pre?adas, por lo que tendremos dos nuevas vidas en los próximos meses.
Luz se acercó emocionada, le encantaban estos majestuosos animales, para ella estos eran mucho más altos y anchos que los caballos de su planeta, pero se le hacía ovio pensando en que estos animales debían ser capaces de soportar a otras bestias enormes en sus lomos.
La criatura de ojos verdes se acercó a una yegua, le acaricio el lomo y después su vientre - Qué maravilla, sentir que está gestando una nueva vida.
La yegua no tenía signos de estar pre?ada y las dos yeguas que si lo estaban las habían trasladado a otra caballeriza para tenerlas tranquilas y mejor nutridas.
Aliana estaba consciente que los humanos tendrían poderes, no estaba segura de cueles y al parecer ni si quiera Luz sabia cueles eran, pero la loba aprovecho de poner a prueba su teoría respecto a la yegua.
Antes de salir de las caballerizas, Aliana le solicito disimuladamente a un Omega que fuera por la sanadora y le pidiera revisar a la yegua que Luz estuvo acariciando. Necesitaba saber si el animal estaba realmente pre?ado o no.
Las muchachas no se quedaron a esperar a Roxi. Aliana prefirió sacar rápidamente a Luz del lugar prometiéndole que ma?ana volverían y saldrían a cabalgar un rato.