Jhon abrió los ojos lentamente, sintiendo su cuerpo pesado y adolorido. La sensación punzante en su espalda y brazos le recordaba la brutal pelea que había tenido contra Sombra. Su visión era borrosa por un momento, pero a medida que parpadeaba, comenzó a distinguir la silueta de Mysterio arrodillado frente a él, sosteniendo un frasco de vidrio con un líquido azul brillante.

  "Jhon, bebe esto," dijo Mysterio con voz firme pero preocupada. "Es una poción de curación. No eliminará todo el dolor, pero al menos te permitirá moverte."

  Jhon no discutió. Lentamente levantó la mano y tomó el frasco, acercándolo a sus labios mientras el líquido descendía por su garganta con una sensación refrescante. En cuestión de segundos, su cuerpo sintió cierto alivio, la presión en su espalda disminuyó lo suficiente como para permitirle sentarse contra la pared. Aún sentía dolor, pero ya no era insoportable.

  Mysterio observó a Jhon con ojos serios. "Hemos perdido el artefacto, Jhon", dijo finalmente. "Sombra lo tiene. ?Qué haremos ahora?"

  Jhon apretó los dientes, su mente trabajando frenéticamente en busca de una solución. Sabía que Sombra tenía una ventaja significativa sobre él. No solo por su habilidad y brutalidad en combate, sino por la diferencia de niveles. Sin embargo, no tenía intención de rendirse. "Tengo una idea," dijo, exhalando lentamente. "Me supera solo por la diferencia de niveles. Entonces, tendré que subir de nivel."

  Las palabras sonaban claras y decididas, pero dentro de su mente había una incertidumbre que no podía ignorar. ?Pero cómo? se preguntó internamente. Ya cazar animales en el bosque no me hará subir de nivel. Buscó en sus recuerdos alguna manera efectiva de aumentar su poder, pero nada parecía suficiente. Bueno, ya buscaré una solución... por el momento, debo volver con Sofía.

  Jhon apoyó su brazo sobre el hombro de Mysterio, usando su fuerza restante para ponerse de pie. Sin más retrasos, abandonaron el templo, atravesando los pasillos con cautela hasta que lograron salir al exterior. Jhon, ignorando su agotamiento, activó su habilidad de vuelo. Sujetó firmemente a Mysterio y se elevó en el aire, dirigiéndose a la aldea con la intención de recuperar sus fuerzas y encontrar la manera de aumentar su nivel.

  El viento golpeaba sus rostros mientras volaban sobre el extenso bosque. Jhon mantenía su mirada fija en la aldea, su corazón latiendo con fuerza ante el pensamiento de volver a ver a Sofía después de lo que había sucedido. Cuando finalmente aterrizaron en el suelo de la aldea, una voz llena de preocupación los recibió.

  "?Jhon!" Sofía corrió hacia él con una expresión de angustia en su rostro. A pesar de su embarazo, su instinto de protección la llevó a acercarse rápidamente, observando los cortes y moretones en el cuerpo de Jhon. "?Qué fue lo que sucedió?" preguntó, sus ojos recorriendo cada herida visible.

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  Jhon la miró con una mezcla de alivio y frustración. "Hemos perdido ante Sombra," respondió, su tono mostrando toda la gravedad de la situación.

  Sofía frunció el ce?o, su preocupación convirtiéndose en desconcierto. "?Quién es Sombra?"

  Jhon parpadeó. En medio de la velocidad con la que habían sucedido los eventos, nunca tuvo tiempo de explicarle nada a Sofia. Suspiró y procedió a contarle, en un resumen rápido, lo que había ocurrido en el templo, la aparición de Sombra, y la pérdida del artefacto. Sofía lo escuchó en silencio, asimilando cada palabra con atención.

  Pero antes de que la conversación se prolongara demasiado, Jhon cambió de tema. Miró a Sofía y le preguntó con genuino interés, "?Cómo te sientes? ?Estás bien?"

  Sofía sonrió levemente, colocando su mano sobre su vientre. "Estoy bien," aseguró con suavidad. "Muy pronto tendré al bebé."

  La noticia hizo que la expresión de Jhon cambiara por completo. A pesar de todo el caos y dolor que había vivido en las últimas horas, la idea de que su hijo llegaría pronto le otorgaba un sentimiento de esperanza. Sonrió con sinceridad por primera vez en mucho tiempo. —Eso es increíble, Sofía.

  Sofía asintió. "Le pondremos nombre cuando nazca", dijo con decisión. "Así no tendremos problemas con el nombre."

  Jhon asintió lentamente, sintiendo cómo el cansancio lo golpeaba de golpe. Sin poder resistir más, se dirigió a recostarse en la caba?a, su cuerpo implorando descanso después de la paliza que había recibido.

  Cuando finalmente se quedó dormido, una presencia se manifestó en sus sue?os. Una luz pura y poderosa iluminó el entorno, y una voz profunda y serena habló directamente en su mente.

  "Jhon," dijo la voz.

  Jhon, aunque aturdido por el sue?o, reconoció instantáneamente quién le hablaba. Era Dios.

  "Dios..." murmuró, sin poder ocultar la sorpresa en su voz.

  "Observé todo," continuó la voz celestial. "Pensé que ganarías."

  Jhon apretó los pu?os, aún sintiendo la impotencia de su derrota. "Sombra tenía 20 niveles más que yo," respondió con amargura. "Era imposible".

  Dios guardó silencio por un momento antes de responder. "Tienes razón", admitió. "Pero puedo ayudarte a solucionar ese problema."

  Jhon sintió una chispa de esperanza. "?Cómo?"

  "Hay una forma de ganar experiencia y subir de nivel rápidamente", explicó Dios. "Debes entrenar con los espíritus elementales. Con ellos, tendrás un gran avance."

  Jhon escuchó con atención, sintiendo que finalmente tenía un camino claro. "?Dónde los encuentro?"

  "Son difíciles de hallar," dijo Dios con voz solemne. "Pero tienes suerte. Sé dónde está el espíritu de viento. Puedo decirte dónde encontrarlo, pero no puedo garantizar que te entrene. Los espíritus solo aceptan entrenar a quienes consideran dignos. Tendrás que demostrarles tu valía."

  Jhon asintió, sintiendo la importancia de lo que se le estaba encomendando.

  "Por ahora, empieza con los cuatro elementos primordiales," continuó Dios. "Si logras encontrarlos y entrenar con ellos, quizás puedas hallar a los dos que faltan."

  Jhon respiró hondo. "?Dónde está el espíritu de viento?"

  "Aquí cerca", dijo Dios. "Al norte de tu aldea, en una monta?a alta donde el viento sopla con una fuerza abrumadora. Ve allí, y busca su entrenamiento."

  La visión comenzó a desvanecerse, pero la voz de Dios quedó grabada en la mente de Jhon.

  Al despertar, sintió una nueva determinación ardiendo en su pecho. Se levantó de la cama con una sola meta en mente: encontrar al espíritu de viento y comenzar su entrenamiento.