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6. Volviendo al presente

  Aliana paso todo el tiempo dentro de la habitación de invitados junto a Luz, la quincea?era salía del lugar sólo para dormir en su propia habitación mientras dejaba a una criada Omega cuidando a la muchacha de ojos verdes durante la noche por si algo malo le ocurría, pero en la ma?ana rápidamente Aliana volvería a la habitación de la mujer inconsciente.

  Después del incidente con la joven criatura, no hubo cambios en la vida cotidiana del resto de la manada. Tanto el Alfa como el Beta estaban preocupados por la invasión perpetrada en el área segura de su bosque con la inexplicable instalación de la trampa de plata. Se encontraban organizando salidas a terreno para evaluar la existencia de más trampas y alguna pista de quienes estaban detrás de esto. Sentían que era una evidente agresión a su pueblo, suficiente para declarar la guerra a los culpables por lo que debían ser cautelosos y juntar pruebas de los hechos.

  Se dio la orden de contactar a todos sus espías en el continente y de estar atentos a cualquier información útil.

  El Alfa Caspian, el Beta Xioma, el Gamma Cristian y el capitán de la Guardia de los guerreros estaban reunidos en la sala de guerra, en donde el Alfa pasaba gran parte del día tomando importantes decisiones.

  En el centro de la sala había una gran mesa redonda de madera color caoba hermosamente tallada con varias sillas que le hacían juego.

  La silla del Alfa era evidentemente más grande y majestuosa que tenía un cojín de cuero para comodidad de su due?o. a la derecha siempre se ubicaría el Beta y a su izquierda el Gamma. Cualquier otro visitante podía ubicarse en cualquier lugar que no fueran esos tres puestos.

  Dentro de la sala se veían todos hombres grandes y fuertes, como todo hombre lobo debe ser, pero en cada manada siempre distinguirías al Alfa, ya que este siempre tendría un aura dominante e intimidante y además sería el hombre más grande que encuentres en toda la manada.

  - Alfa, hemos encontrado veinte trampas más en el bosque - Comunico Alle el capitán de la guardia de la manada.

  - No hemos encontrado signos de magia negra en ellos -Comento el Gamma Cristian.

  Al terminar la reunión todos salieron del salón, sólo quedaron el Alfa y su Beta.

  - ?Cómo esta Aliana? - Pregunto el Alfa.

  - Lleva dos días encerrada en la pieza de la Criatura, comunico el Beta.

  - ?La has visto? - Estaba preocupado por su hermana.

  - La he visto brevemente cuando ella sale hacia su propia habitación que está junto a la de la criatura – Comento Xioma - Ella está verdaderamente molesta con nosotros por la situación.

  - ?Viste a la criatura? - Pregunto Cas.

  El Beta suspiro - No, Aliana me prohibió verla, de hecho, me especifico que estaba completamente prohibido que tanto yo y el Alfa la viéramos.

  Cas frunció el ce?o mientras sus ojos se oscurecían.

  - Nadie me puede prohibir nada, tendré que poner en su lugar a esa mocosa- Espeto molesto.

  - Cas, tranquilo - El Beta dejo las formalidades, era el Beta y mano derecha de Caspian, pero además eran amigos desde la infancia. -Dale tiempo, aun esta angustiada por la criatura, me dijo que la mujer es un ser especial y esta asustada porque aún no ha despertado de la paliza que le propinaste. La sanadora trato sus heridas, pero no ha logrado que despierte.

  En ese momento Cas recordó los maravillosos ojos verdes que vio en la celda, gigantescos y llenos de terror. El Alfa llego a pensar que la criatura lo hipnotizaría por lo que fue aún más brutal en sus ataques.

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  - No molestare a Aliana por ahora, pero trae ante mí a la sanadora, quiero oír de su boca lo que vio - Ordeno el Alfa.

  Después de unos minutos ingresó a la sala de guerra Roxi con su cabeza inclinada en signo de sumisión frente al Alfa.

  Con un semblante frio sus ojos se oscurecieron y sin elevar la voz el Alfa hablo - ?Habla!, Quiero saber a quién cuida celosamente mi hermana.

  Roxi dio un suspiro y comenzó a relatar mientras alzaba su cabeza sin hacer contacto visual con el Alfa.

  -Alfa Caspian, no sé qué tipo de criatura es la mujer, definitivamente no es un cambiante, ni bruja, ni elfo, y nada que yo conozca, además pude sentir una gran energía que emana de su cuerpo.

  - ?Energía? Explícate más por favor.

  - Es difícil de describir ya que es una percepción de nosotros los sanadores. Se siente como una energía blanca, pura, algo que da una sensación de paz y armonía, es……- Roxi realizo una pausa, tomado su mentón entre sus dedos y fijando su vista hacia la nada y tras buscar sus palabras comento - Es como la de un alma pura, algo intenso y fuera de este mundo. No lo puedo explicar del todo, pero definitivamente su energía es demasiado buena, no creo que ella sea parte del enemigo.

  Sus palabras sorprendieron a los presentes, que miraron incrédulos a la sanadora y a pesar de trasmitir en sus palabras que era algo positivo, ellos tomarían sus resguardos frente a la criatura de ojos verdes.

  Roxi además explico todas las características físicas de la muchacha, comentando además de que nadie en este planeta contaba con esos rasgos, definitivamente era un ser único en su especie.

  Ella finalizo describiendo sus terribles heridas y la posibilidad de que muriera a pesar de sus esfuerzos.

  Por unos segundos el Alfa mostró signos de preocupación ?Remordimiento tal vez? pero la vida lo ha endurecido demasiado y retorno al semblante oscuro he insensible.

  -Gracias Roxi, puedes retirarte.

  Al salir la mujer de la sala, el Alfa tomo una jarra con agua tibia servida durante la reunión bebiéndola de un trago y salió de la sala decidido a ver a la susodicha criatura, no podía negar su gran curiosidad, no importaba la orden de su hermana, después de todo él era el Alfa.

  Cas se vio forzado a asumir el mando de la manada hace cinco a?os, con sólo diecinueve a?os de vida, después de que su padre y anterior Alfa fuera asesinado junto a su madre “la luna” en una emboscada. Aliana tenía sólo diez a?os cuando esto ocurrió, Cas paso a ser hermano y padre de ella. La amaba, la protegía con sobreprotección y a pesar de los actuales veinticuatro a?os del hombre dominante y de ser el Alfa de la manada más fuerte del continente, aún era condescendiente y cari?oso en algunos temas con Aliana.

  En su camino, el Alfa percibió un tenue aroma a miel mientras caminaba a la alcoba donde descansaba la criatura, el aroma es muy leve, pero lo suficientemente fuerte para despertar su apetito.

  En este mundo de bestias, la miel se considera un alimento lujoso y a pesar de ser su bocado favorito sólo lo consumía en ocasiones muy especiales al igual que el resto de la manada, todo esto debido a las grandes dificultades para obtenerla.

  Muchos cambiaformas habían muerto en el correr de los a?os al intentar obtenerla desde los panales con abejas del tama?o de una pelota de beisbol, estas eran muy agresivas y territoriales, demasiado cautelosas en la protección de sus colmenas.

  Cas pensó para sí que la angustia de su hermana pudo haberla llevado a sacar un poco de miel para calmar su tristeza y él no impediría que lo hiciera.

  A seis pasos de la habitación, una puerta se abrió repentinamente, dejando ver a Aliana quien la cerró rápidamente tras de ella.

  - ?Qué quieres hermano? Olí que venias hacia aquí.

  Los cambiaformas además de tener una excelente vista, tienen un espectacular olfato.

  - Aliana, no te he visto en dos días y eso es extra?o en ti. Quiero saber cómo te encuentras y además quiero ver a la criatura de ojos verdes.

  -Yo estoy bien, la criatura esta casi muerta y tú tienes prohibido verla.

  - ?Aliana! - Espeto el Alfa con una voz severa pero que no llego a gritar. Apretó los pu?os y su mandíbula mientras fruncía el ce?o enviando una mirada penetrante a la adolescente. Ha decir verdad no utilizo su aura dominante la cual causa sumisión frente a cualquiera que este frente de él ya que no tenía intenciones de someter a su peque?o tesoro.

  -No cambiare de opinión hermano, casi la matas y aun no se si lograra sobrevivir, le rezo todos los días a la Diosa de la luna para que mejore sus heridas, pero ella sigue sin despertar. Su cuerpo no es como el nuestro, ella no sana en forma rápida como nosotros. La sanadora la visita dos veces por día y me sigue diciendo que tenga paciencia y fe.

  Los ojos de Aliana mostraban preocupación y tristeza mientras lagrimas se deslizaban a través de sus blancas mejillas.

  Caspian tuvo un dejo de arrepentimiento, pero este no fue por la joven agredida sino más bien por su hermana que estaba sufriendo por su causa.

  - Está bien, no entrare hasta que tenga tu permiso - Cas cubrió con un abrazo paternal a su hermana mientras intentaba consolarla. Luego de eso se retiró y mientras se dirigía al patio de entrenamiento sintió un deseo incontrolable de comer un poco de miel, después de todo, el olor sutil que se desprendía de la habitación hizo irresistible la idea de comerla, desvío su camino a la cocina y solicito con culpa una cucharada de miel, él está consciente de lo difícil que es obtenerla, será solo por esta vez ?verdad?

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