Aliana sintió su presencia fuera de la habitación, por lo que abrió la puerta antes de que la muchacha pudiera tocar. Su mirada quedo clavada en el lecho donde permanecía un Alfa aun inconsciente.
Acerco su cuerpo al de él junto a la cama y acaricio el cabello de este, sus labios se arrimaron al oído del hombre y le susurro: - Si bien estuviste a punto de quitarme la vida, te agradezco enormemente el salvarme arriesgando tu propia vida. Se que aún no te puedo perdonar completamente por el trauma que me causaste, pero te prometo que intentare no temerte de la manera en que lo hacía previo a este día- Luz Sin saberlo, sus palabras llegaron a lo más profundo del corazón de la bestia que ya recuperaba su conciencia pero que permaneció inmóvil temeroso de que su Luna lo rechazara. Sus palabras fueron suficientes para plantar una esperanza real en su corazón y a pesar de su estado deplorable, sentía una inmensa felicidad.
La muchacha se dirigió a la sanadora preguntando nuevamente - ?Estará bien el Alfa?
Roxi esboza una sonrisa y le indica que sí - sólo debe descansar y ma?ana amanecerá como nuevo.
Ahora la sanadora no podía disimular su sonrisa, ya que se percató que el Alfa estaba despierto al momento que entro Luz a la habitación y que sin embargo él se quedó inmóvil frente a la llegada de la muchacha, no sabía cuál era el motivo, pero intentaría más tarde descubrirlo.
Ambas lobas lograron oír el susurro de Luz al oído del Alfa. Aliana se llenó de alegría ya que no quería enemistad entre su hermano y la que ahora es su mejor amiga.
Finalmente, la quincea?era acompa?o a Luz a cenar. Acompa?adas en la cocina por las otras lobas que hicieron amena la estadía en el lugar.
Llegada la noche Luz se dispuso a dormir.
A la muchacha le costó un poco conciliar el sue?o, fueron muchas emociones fuertes el día de hoy y su mente estaba llena de pensamientos, en algún momento sintió sus parpados pesados y se durmió.
Esta noche sería igual que muchas, comenzando sus sue?os con gran alegría de ver a sus padres haciendo un recorrido por todos sus momentos felices, era extra?o, sólo so?aba con estos eventos positivos y jamás lo hacía con el evento trágico de sus muertes.
En la medida que avanzaba la noche, sus sue?os pasaron una vez más de la calidez de sus recuerdos a encontrarse inmersa en una basta oscuridad. No sentía miedo. Encendió una llama en la palma de su mano para poder ver más allá de su propio cuerpo. Camino hacia lo que era un enorme portal de dos puertas macizas de color blanco tallada con intricados escritos en oro. En la medida que su cuerpo se acercaba, oía voces tras estas, tenían un acento que no reconocía en su mundo y además era diferente al de los lobos. Dudo en abrir la puerta, pero se abrió sola en frente de ella.
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Desde el umbral vio la imagen de varios hombres, quedo impresionada al reconocer que eran elfos, sus orejas puntiagudas los delataban. Eran hombres hermosos tal cual se describen en los cuentos.
Luz oía atentamente la discusión, estaban preocupados por los ataques de Antrax a su población. Estaban elaborando planes para hacerles frente.
Una cabeza llamo la atención de Luz, su largo cabello plateado sujeto por un mo?o bajo dejaba peque?as mechas de cabello suelto a sus costados, cuyas orejas puntiagudas sobresalían detrás de su peinado, el hombre era alto y fornido, encontrándose de espalda a ella, algo en su físico la hizo sentir una sensación de familiaridad. Luz consciente de que solo era un sue?o y que nadie se percataba de su existencia, se acercó a un costado de este elfo para ver su rostro, inmediatamente lo reconoció como el elfo de su sue?o anterior. La cara estoica del hombre se vio perturbada, este miro hacia el lugar donde se encontraba Luz como buscando algo que no logro encontrar y de sus labios salió en susurro el nombre “Liki”. Fue extra?o, porque luego de eso su cuerpo nuevamente se vio envuelta en oscuridad.
- “Liki”- Luz repetía las palabras sin estar segura de su significado- ?me pudo sentir? Sería poco probable, después de todo es solo un sue?o- Luz hablaba para si en voz alta.
De un momento a otro la oscuridad paso a ser una imagen brillante, cuando su vista se adaptó a la luz, la muchacha pudo ver la imagen familiar de una mujer sentada a la orilla de un peque?o lago. vestía un hermoso vestido blanco de hombros descubiertos y mangas largas abiertas a mitad de camino, dejando expuesto parte de sus brazos mientras la tela caía detrás de sus codos. Una corona de flores adornaba su espeso y rizado cabello, la mujer se veía completamente hermosa y feliz, llamaba por su nombre a alguien “Damián”.
Un elfo alto se acerca por detrás y la envolvió en un tierno abrazo, dejando claro el contraste en el color de sus pieles, ella trigue?a y el de un blanco pálido se unían en una posición intima. La mujer reposa su cabeza en el pecho firme del hombre y acaricia sus fuertes brazos mientras contempla el paisaje. Luego de unos minutos se gira para enfréntalo poniendo sus brazos alrededor de su cuello mientras él la acerca más a su cuerpo tomándola por su cintura, Luz podía ver la mirada cargada de ternura mientras se dibujaba una amplia sonrisa en el rostro de ambos. Un beso apasionado hiso que luz jadiara, abrió sus ojos y ella paso de ser una espectadora, a verse envuelta en primera persona en los brazos de este gran elfo que la besaba mientras salía un gemido de la boca del Luz tomándola por sorpresa, se sentía demasiado real, la sensación fue maravillosa, podía sentir el sabor de sus labios y lengua, el amor y la pasión que se desplegaba desde ese intimo bezo, su corazón latía frenéticamente, mientras se dejaba llevar por una sensación fascinante, cerro nuevamente sus ojos mientras oía al hombre decir – Te amo Liki.
Luz despertó jadiando. Este sue?o fue muy real, pudo sentir las caricias, los besos, su aliento y la presión que ejercía ese hombre sobre su cuerpo que la dejo jadiando. Reconoció a la mujer, su físico era extraordinariamente similar al suyo, Luz tenía la sensación de haber visto los recuerdos de otra persona, por otro lado, Luz reconoció al hombre sin dudas como el elfo de sus anteriores sue?os –“Damián”- Luz repitió su nombre. Tardo unos minutos en recomponerse, era solo un sue?o, solo eso. Con esta idea, aparto estos recuerdos y se dispuso a iniciar su día.