En la cocina de la manada, Luz, Aliana y Roxi se encontraban ayudando en la preparación del almuerzo, las Omegas necesitaban manos extras ya que pronto irían aumentando las bocas que alimentar con las comitivas que llegarían a la manada.
Mientras hacían sus labores, las mujeres hablaban preocupadas sobre las posibles causas de estas visitas, una de las Omegas era pareja de un guerrero por lo que contaba con algo más de información, explicando a todas ellas que los ataques de Antraxs no eran solo en su manada, estaban muchos pueblos sufriendo el ataque de estos monstruos y estaban buscando alianzas para derrotar a esas cosas.
Las voces de las lobas te?idas de evidente preocupación retumbaban en la mente de la humana, sus pensamientos volaron inmediatamente al recordar sus sue?os viendo a diferentes criaturas luchando contra un enemigo maligno en común, ella sabía que la guerra no era solo dada por los Antraxs, había algo más, pero en sus sue?os fue incapaz de visualizar hasta ahora al verdadero enemigo, la fuerza tras todos los ataques.
Todas las presentes observaron la mirada perdida y el semblante de preocupación en la humana, las lobas igual de preocupadas intentaron animar a la joven, sin ellas saber que luz había presenciado antes que nadie la guerra que se avecinaba.
-Luz- Aliana llamo por su nombre para sacarla del trance- Se que estas preocupada, todas lo estamos, pero debemos confiar en nuestros lideres que saben cómo protegernos.
Luz esbozo una sonrisa, no sería conveniente asustar a todas las lobas con sus sue?os avecinando una guerra frente a un enemigo desconocido, ya que esa idea era hasta el momento sólo un sue?o. Su deseo era que fuera eso, sólo un sue?o, pero frente a los acontecimientos estaba asustada porque en su corta vida tuvo barias veces sue?os repetitivos que finalmente se transformaban en realidad.
Intento darse animo a sí misma, tomo tres frutas parecidas a las naranjas y comenzó a realizar malabares. Todas las mujeres reían y aplaudían frente al desplante impresionante de la muchacha.
-Tírame otra fruta- Luz insto a Aliana a que le lanzara otra fruta para aumentar el grado de dificultad de sus malabares.
Aliana obedeció y vio como Luz hábilmente la incorporaba.
-Tira otra fruta más.
Aliana dudo, pero obedeció y nuevamente Luz incorporo la fruta.
Desde el exterior los dos Alfas junto a sus Betas oían las carcajadas y vítores dentro de la cocina llamando su atención.
Rápidamente se acercaron y enfrentaron la puerta de la cocina.
De pronto las voces alegres de las mujeres dieron paso al silencio mientras inclinaban sus cabezas en signo de respeto y sumisión. Luz concentrada en sus malabares se percató tarde de esto y cuando vio las caras de los hombres se sorprendió, dejando caer las frutas.
- ?Quién es ella? -Pregunto sorprendido el Alfa Tareg al ver los enormes ojos verdes de la muchacha.
Aliana se acercó rápidamente frente a los hombres intentando interponerse respondiendo apresuradamente – ?Es una amiga!
Caspian comprendió que su Luna sería el centro de miradas curiosas de todos los nuevos visitantes. Al no estar marcada su lado salvaje y dominante quería arrancar los ojos de cualquier hombre que se atreviera a mirar a su mujer, pero su parte racional le indicaba que debía tener calma y comportarse frente a sus visitas.
Caspian complemento la respuesta de su hermana: Ella es Luz, nuestra preciada invitada, en los próximos días daré más información, mientras tanto dejemos que las mujeres sigan adelante con su trabajo.
El joven Alfa dio una mirada penetrante a la chica, sus ojos celestes recorrieron su figura mientras una sonrisa seductora se dibujó en sus labios. La muchacha se le quedo mirando y al darse cuenta de esto, retiró su mirada tornando sus mejillas rojas como un tomate.
La ma?ana de la manada estuvo ajetreada, llegaron tres comitivas más y diligentemente fueron acomodadas, la supervisión estuvo principalmente a cargo de Cristian.
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Luego de terminar las labores dentro de la cocina, aún faltaba una hora para servir el almuerzo. Las dos muchachas aprovecharon de ir al jardín para descansar. Mientras daban un paseo, la criatura no dejaba de observar en detalle las flores, estaba curiosa de ver si encontraba algo interesante entre ellas. Mientras buscaba, reunió coraje y decidió contar a Aliana de las pesadillas que ha presentado todas las noches y sus preocupaciones de que tornaran realidad.
Tomando asiento bajo uno de los árboles Luz extendió su mano a su lado, dando peque?os golpecitos en el césped llamando la atención de Aliana y dándole a entender su deseo de que la muchacha se siente a su lado.
-Aliana ?necesito contarte algo!
El semblante de Luz era serio. Aliana rio al ver la expresión de la criatura y obedeció logrando sentarse a su lado.
-Necesito hablar seriamente contigo, todo esto me está comiendo el alma, espero que no pienses que estoy demente, pero creo que se avecina una gran guerra.
-Espera ?de qué hablas? Interrumpió Aliana quién inmediatamente se alertó por las palabras de la humana.
-La he visto en mis sue?os, todas las noches he tenido unos sue?os realmente muy extra?os, principalmente me sumergen en un ambiente de oscuridad absoluta para dar paso a imágenes de una batalla sangrienta. Pude ver diferentes tipos de criaturas como licántropos, enanos, elfos entre otros incluso magos, todos luchando contra un enemigo común. En esta batalla vi Antraxs y otro tipo de monstruos atacando, pero hay algo mucho peor en las tinieblas, me aterroriza, no sé cómo explicarlo, aun no logro verlo en mis sue?os, pero sé que es un ser maligno. Puede sonar extremadamente absurdo lo que estoy diciendo, pero yo acostumbraba a tener sue?os premonitorios desde mucho antes de llegar a tu mundo y lamentablemente creo que este es el caso.
La quincea?era estaba confusa, nunca antes supo de alguien que pudiera ver el futuro en sus sue?os, por lo menos no en el caso de los lobos, su semblante cambio, se puso algo pálida y sus cejas se fruncieron en preocupación- ?Que necesitas que haga?
-No lo sé, no creo que alguien me crea.
-Yo tampoco lo sé, pero no podemos quedarnos tranquilas sabiendo que esto podría ser real, hablare con mi hermano.
Luz intento calmar sus nervios y se deslizo nuevamente entre las plantas mientras Aliana se dirigió a buscar a Caspian.
- ?Dónde está el Alfa? La chica pregunto a un guerrero apostado fuera de la sala de guerra.
- El Alfa no está aquí, probablemente este recorriendo la manada con el Alfa Tareg.
Aliana no quería interrumpir con el enlace mental a su hermano, además prefería hablar de esto en persona llevándolo directamente a la humana.
Mientras tanto en el jardín Luz estaba fascinada mirando una ara?a del porte de una pelota de tenis, se veía exactamente igual a las ara?as saltarinas. Ella jamás les ha temido a los insectos y apreciaba enormemente a estas criaturas.
Acercó su mano derecha a la planta y sorprendentemente la ara?a se acercó a su mano. Ella extendió su palma y pudo ver como este arácnido se posó sobre ella. Su cuerpo parece tener pelos con tonalidades iridiscentes. Sus cuatro pares de ojo parecían dedicar toda su atención a los de la muchacha. Sus patitas se movían junto a los bulbos en la parte frontal de su cuerpo.
La sombra de alguien se interpuso entre el sol y el cuerpo de Luz, al alzar su vista entrecerró sus parpados al intentar observar el rostro a contraluz del visitante.
No alcanzo a procesar la información mientras sintió el cuerpo del hombre agacharse en cuclillas a su lado. Luz contuvo la respiración y su corazón se aceleró.
- ?Qué tienes en tu mano? no te muevas, esas ara?as son en extremo venenosas, como está tranquila la quitare de tu mano, solo relájate, no te muevas, no quiero que te muerda.
Su cuerpo se puso rígido, no podía creer que este ser fuera venenoso, de donde ella viene, estas criaturas son inofensivas.
Como si la ara?a adivinara las intenciones del Alfa, dio un salto hacia las flores dejando un camino de seda en su paso y desapareció.
- ?Estas bien? – Caspian tenía una genuina preocupación por la seguridad de Luz. Los cambiaformas tenían bastante respeto por esas ara?as, su poder curativo podría salvarlos de la mordedura de un macho, pero distinto era la de una hembra que solían ser mortales a menos que consiguieran ayuda rápida de un sanador.
-Estoy bien, solo algo sorprendida- Por supuesto en su mente sorprendida por ambas causas, por la repentina aparición del hombre y por la ara?a que pensó era inofensiva ya que la sintió casi como una nueva amiga.
- ?Por qué estás sola?
Ahora si Luz quedo desconcertada. No había tenido contacto con este hombre desde la fiesta de la luna, se notaba que ambos se evitaban y ahora se le acerca como si nada.
-Yo estaba junto a Aliana, pero ella fue a buscarte.
Luz no lo notaba, pero el Alfa estaba en extremo nervioso a pesar de que no lo demostraba. Su temperatura aumento en diez grados, su corazón palpitaba al sentir su aroma y evitaba a toda costa el impulso de saltar sobre ella y besarla, ésta era una tarea difícil, sus emociones le jugaban en contra y le aterraba que la muchacha se asustara con él. Necesitaba acercarse y esta fue la oportunidad.
-Luz, quiero quiero disculparme contigo, lo que hice en el calabozo fue un acto atroz, lo hice pensando que habías atacado a mi hermana. No quiero que me temas, ahora que se quién eres, jamás me atreveré a causarte da?o.
Cualquier cambiaformas que escuchara al Alfa quedaría estupefacto, conocían bien su naturaleza fría y calculadora la que le asentaba bien a un hombre poderoso que se preocupa por la protección de su manada.