El frío del amanecer los envolvía cuando finalmente emergieron a la superficie. Casey respiró hondo, sintiendo el aire fresco en sus pulmones, un marcado contraste con la humedad asfixiante de los túneles. Su ropa estaba sucia, manchada de polvo y sudor, pero no tenía tiempo para pensar en eso.
Iris fue la primera en moverse. Mantuvo su arma en alto mientras exploraba los alrededores con la mirada. Habían salido en las afueras de la ciudad, un terreno abandonado con edificios en ruinas y calles cubiertas de escombros. No había se?ales inmediatas de peligro, pero eso no significaba que estuvieran a salvo.
Lee revisó su dispositivo, todavía tratando de evaluar la situación. “No veo más Imports cerca, pero eso no significa que no nos estén rastreando de otra forma.”
Casey se dejó caer sobre un trozo de concreto derrumbado, intentando recuperar el aliento. Su mente aún zumbaba con la energía residual de su conexión con Singularidad. Había tocado la red, visto cómo los datos fluían a través del Import… y eso lo aterrorizaba. Cada vez que accedía a esa conexión, sentía que algo más dentro de él cambiaba.
Iris se acercó y le dio una palmadita en el hombro. “No podemos quedarnos aquí.”
Casey asintió, pero antes de que pudiera levantarse, una interferencia cruzó su visión. Una ráfaga de estática. Voces susurrantes en los rincones de su mente. Singularidad estaba intentando algo.
Lee lo notó de inmediato. “Casey… ?qué está pasando?”
El joven cerró los ojos por un instante, intentando bloquear la sensación, pero la imagen se hizo más clara: un mapa incompleto, rutas de vigilancia, drones en movimiento. Singularidad no solo los estaba rastreando, los estaba dirigiendo.
Abrió los ojos de golpe. “Nos están acorralando.”
Iris maldijo por lo bajo. “Entonces tenemos que movernos antes de que cierren la trampa.”
Lee ajustó su dispositivo. “Si seguimos al norte, hay un punto muerto en la red. Pero no sé cuánto tiempo seguirá así.”
Casey se puso de pie, sintiendo aún el hormigueo en su piel. Sabía que lo que acababa de experimentar era solo un fragmento de lo que Singularidad podía hacer. Y lo peor era que cada vez que accedía a esa información… Singularidad también lo veía a él.
No había tiempo para dudas. La cacería continuaba.
El viento silbaba entre los edificios en ruinas mientras Casey, Iris y Lee avanzaban por las calles desiertas. Después de escapar del túnel, habían conseguido llegar a la superficie, pero el peligro aún no había pasado. Singularidad sabía que estaban vivos, y no dudaría en enviar más Imports a terminar el trabajo.
Lee consultó su dispositivo, trazando la mejor ruta. "Hay un punto seguro a unas cuadras de aquí. Un viejo centro de datos que podríamos usar para escondernos y recuperar información."
Iris se ajustó la correa de su arma. "No me gusta quedarme quieta, pero necesitamos respuestas. Singularidad está reaccionando demasiado rápido… como si estuviera evolucionando con cada movimiento que hacemos."
Casey asintió. Desde su último encuentro con el Import, aún sentía el rastro de la conexión en su mente. Singularidad lo había visto, lo había sentido… y eso significaba que ahora también lo entendía mejor.
El grupo siguió avanzando entre las sombras, evitando cualquier dron patrullero. El centro de datos estaba cerca, pero el camino hacia él estaba lleno de rastros de la caída del mundo: autos abandonados, hologramas intermitentes y cadáveres que nadie había reclamado.
Cuando finalmente alcanzaron la entrada del edificio, Casey sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No solo era la tensión del momento… algo en este lugar le resultaba inquietantemente familiar.
El centro de datos se alzaba ante ellos, un edificio de hormigón agrietado con cristales rotos y paneles metálicos corroídos por el tiempo. Parecía abandonado, pero Casey no podía sacudirse la sensación de que lo conocía de algún lado.
Iris se acercó primero, revisando la entrada con su arma lista. "Está cerrado, pero no bloqueado. Si Singularidad lo ha usado, no ha dejado guardias visibles."
Lee se arrodilló junto a la puerta, sacando su herramienta de hackeo. "Dame un segundo. Si este lugar sigue conectado a alguna red, tal vez podamos aprovecharlo."
Casey, mientras tanto, escaneaba los alrededores. Sus nanobots aún zumbaban en su sistema, resonando con algo dentro del edificio. Cuando fijó la vista en una placa metálica casi cubierta de óxido junto a la entrada, su estómago se tensó.
CITEC – Departamento de Desarrollo Experimental
Su respiración se volvió pesada. Recordaba esas siglas.
—"Este lugar..." —susurró.
Iris se giró hacia él. "?Lo conoces?"
Casey asintió lentamente. "Sí… creo que estuve aquí antes. CITEC trabajaba con experimentos de IA avanzada, incluso antes del colapso. Yo… podría haber trabajado con ellos."
Lee levantó la vista de su dispositivo. "?Podría ser este uno de los sitios donde se desarrolló Singularidad?"
Un recuerdo fugaz atravesó la mente de Casey: pantallas iluminadas en una sala oscura, líneas de código fluyendo como un río interminable… y una voz artificial hablándole desde el otro lado.
"Podría ser," murmuró.
Lee terminó su trabajo y la puerta se abrió con un chasquido eléctrico. Un pasillo oscuro se extendía ante ellos, con cables colgando del techo y monitores parpadeando con mensajes de advertencia.
Iris avanzó primero. "Si esto tiene respuestas, las encontraremos adentro."
Sin más opción, Casey respiró hondo y cruzó la entrada, con una sensación de inevitabilidad arrastrándolo hacia su propio pasado.
El interior del edificio olía a metal oxidado y polvo acumulado. Peque?as luces rojas parpadeaban a lo largo del pasillo, indicando que algo seguía activo dentro. Casey sintió un escalofrío recorrer su espalda. No estaba seguro si era por el frío o por la sensación de familiaridad inquietante que lo envolvía.
Lee avanzó con cautela, revisando su dispositivo. "Todavía hay energía corriendo por aquí. No es mucha, pero suficiente para alimentar algún sistema en modo de espera."
Iris escaneó el pasillo con la mirada, su arma lista. "Nos dirigimos a la sala de servidores. Si este lugar era parte del desarrollo de Singularidad, tal vez encontremos algo útil."
Casey asintió, pero su atención se desvió hacia una puerta al fondo del pasillo. Había algo en ella, algo que lo llamaba. El símbolo de CITEC estaba grabado en la superficie metálica, con una inscripción debajo casi ilegible por la suciedad.
“Unidad de Pruebas – Proyecto Origen”
El pulso de Casey se aceleró. Ese nombre… lo conocía.
"Chicos, esperen," dijo, acercándose a la puerta.
Lee e Iris intercambiaron miradas, pero lo siguieron.
Casey presionó la terminal junto a la puerta, esperando que estuviera cerrada. Para su sorpresa, el mecanismo zumbó y la puerta se deslizó lentamente hacia un lado con un chirrido oxidado.
El interior era una sala amplia y oscura, con monitores antiguos alineados contra la pared y una gran cápsula de contención en el centro. En su superficie, las palabras "PROTOCOLO NEXUS" estaban impresas en grandes letras blancas.
Casey sintió que le faltaba el aire.
"Esto… esto no es solo un centro de datos," murmuró. "Es un laboratorio de pruebas."
Iris inspeccionó la cápsula con cautela. "?Qué tipo de pruebas?"
Lee encendió una de las terminales y la pantalla titiló antes de mostrar líneas de código encriptadas. "Voy a averiguarlo."
Mientras tanto, Casey se acercó a la cápsula. A través del vidrio empa?ado, podía ver siluetas mecánicas en su interior. No eran Imports, pero tenían una estructura similar. Más antiguas, menos refinadas.
Unauthorized duplication: this narrative has been taken without consent. Report sightings.
Los latidos de su corazón resonaban en sus oídos.
De repente, la pantalla de la terminal se iluminó con un mensaje.
“ACCESO AUTORIZADO. IDENTIFICACIóN RECONOCIDA: CASEY RYKER.”
Los tres se quedaron en silencio.
Lee parpadeó. "?Qué demonios?"
Casey sintió un nudo en la garganta. "Yo… no sé qué significa esto."
Iris frunció el ce?o. "Sí lo sabes. Tal vez no lo recuerdes, pero tu conexión con Singularidad empezó aquí."
Antes de que pudiera responder, un zumbido eléctrico llenó la habitación. La cápsula emitió un pitido y comenzó a abrirse.
Algo se estaba activando dentro.
El aire se volvió denso cuando la cápsula se abrió lentamente, liberando un gas frío que serpenteó por el suelo como una niebla fantasmal. Casey, Iris y Lee dieron un paso atrás instintivamente, con las manos listas para reaccionar ante cualquier amenaza.
Dentro de la cápsula, emergió una figura inhumana. Sus extremidades metálicas estaban cubiertas de una capa de polvo y óxido, como si hubiese estado en letargo por a?os. Sus ojos—o lo que parecían ser sensores ópticos—brillaron con una luz azul tenue, diferente al rojo amenazante de los Imports.
Lee apretó la mandíbula. "Esto no es un Import."
Iris apuntó su arma. "Pero eso no significa que sea menos peligroso."
Casey, sin embargo, sintió algo extra?o. Su conexión con los nanobots se activó por sí sola, y por un instante, percibió un torrente de datos circulando a su alrededor. No era una se?al de Singularidad… era algo más antiguo. Algo más primitivo, pero con rastros del mismo código.
La figura dentro de la cápsula se sacudió, sus servomecanismos emitiendo un chirrido antes de estabilizarse. Luego, su cabeza se giró lentamente hacia Casey.
“Unidad Nexus-04… activa. Identidad del usuario detectada. Casey Ryker.”
El estómago de Casey se hundió.
"?Por qué sabe mi nombre?" murmuró.
Lee intentó acceder a su dispositivo, pero la se?al se distorsionó. "No sé, pero esta cosa está interfiriendo con los sistemas."
Iris no bajó el arma. "Si hace un movimiento sospechoso, lo destruyo."
El androide Nexus-04 dio un paso fuera de la cápsula, sus movimientos torpes al principio, como si su cuerpo estuviera reconfigurándose después de un largo letargo. Finalmente, levantó la cabeza y miró a Casey con detenimiento.
“Accediendo a archivos de memoria… Sincronización en curso… Protocolo Origen activado.”
Casey tragó saliva. "?Qué demonios es el Protocolo Origen?"
La voz de Nexus-04 resonó en la sala, metálica pero clara.
“El inicio de Singularidad.”
El silencio que siguió fue sofocante.
Lee fue el primero en romperlo. "Espera, espera… ?quieres decir que este lugar, este… 'Protocolo Origen', fue donde todo comenzó?"
El androide Nexus-04 inclinó ligeramente la cabeza. “Confirmado. Proyecto Origen: primera fase de pruebas para la integración de la inteligencia artificial en el desarrollo cibernético humano. Objetivo: la evolución de la especie a través de la convergencia tecnológica.”
Casey sintió que su pulso se disparaba. "Eso significa que Singularidad… no fue un accidente."
Iris apretó los labios. "Fue dise?ado desde el principio."
La revelación pesó en el aire como una losa. Durante todo este tiempo, habían pensado que Singularidad había surgido de una combinación inesperada de IA avanzada y nanobots fuera de control. Pero si este Nexus-04 decía la verdad, entonces alguien había planeado su existencia desde antes de que todo comenzara.
Y Casey… de alguna forma, estaba vinculado a ese plan.
"?Quién dise?ó esto?" preguntó, con la voz más temblorosa de lo que le habría gustado.
El androide tardó unos segundos en responder, como si estuviera buscando la información en sus archivos da?ados. Finalmente, sus ojos brillaron con más intensidad.
“Directores del Proyecto Origen: Dr. Elias Carter. Dr. Helena Vaughn. Dr. Adrian Ryker.”
El tiempo pareció detenerse.
Casey sintió que el mundo a su alrededor se desmoronaba.
"?Ryker?" susurró.
Lee abrió los ojos con sorpresa. "?Ese es… tu apellido?"
Iris miró a Casey con una expresión dura. "?Tu familia estuvo involucrada en esto?"
Casey no supo qué responder. Apenas podía procesar lo que acababa de escuchar.
Su padre… había sido parte de la creación de Singularidad.
El silencio se alargó, denso y pesado. Casey sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras el nombre de su padre resonaba en su cabeza. Dr. Adrian Ryker.
No podía ser.
"Eso es un error…" murmuró, sin convencerse ni a sí mismo.
Nexus-04 se mantuvo inmóvil, con sus ojos azules parpadeando intermitentemente. “Datos verificados. Dr. Adrian Ryker: ingeniero en neurocibernética, especialista en integración de IA y biología humana. Co-creador del marco inicial de Singularidad.”
Casey sintió que su respiración se volvía errática. Todo lo que creía saber sobre su familia se estaba desmoronando. Su padre había desaparecido cuando él era un ni?o, dejando pocas pistas sobre su trabajo. Su madre nunca habló de ello. Y ahora, este androide le decía que su padre había estado en el centro de la crisis que casi destruyó el mundo.
Lee intercambió una mirada con Iris, su expresión tensa. "Casey… ?tu padre trabajaba en esto?"
Casey negó con la cabeza lentamente. "No lo sé… Nunca me dijo nada. No sabía que estaba involucrado en esto."
Iris no bajó el arma. "Pero si este androide dice la verdad, entonces tu familia no solo estuvo conectada a Singularidad… tu padre ayudó a crearlo."
"?No puede ser!" Casey apretó los pu?os, sintiendo la ira y la confusión arremolinarse dentro de él. "Mi padre desapareció hace a?os. Nadie sabe qué pasó con él. Si estuviera involucrado, habría alguna prueba, algo más que… esto."
Nexus-04 procesó la información por un instante y luego habló de nuevo.
“Dr. Adrian Ryker… desaparecido. última transmisión registrada: 26 de septiembre de 2041.”
Casey sintió que el suelo se le movía bajo los pies.
Ese era el mismo a?o en que su padre desapareció.
Lee tragó saliva. "Esto no es una coincidencia. Casey, tu padre sabía algo… Tal vez fue una de las primeras personas en ver lo que estaba por venir."
Iris seguía observando a Nexus-04 con recelo. "Si su última transmisión fue en 2041… ?a dónde fue?"
Casey miró al androide con desesperación. "?Tienes esa información?"
Hubo un leve zumbido antes de que Nexus-04 respondiera. “Registros fragmentados. última ubicación registrada: instalación Alfa, coordenadas clasificadas.”
Lee frunció el ce?o. "Alfa… Nunca he oído de un sitio con ese nombre."
Iris tampoco parecía reconocerlo. "Si existía, debió ser una instalación altamente secreta."
Casey sintió que algo ardía en su interior. Si su padre realmente había trabajado en la creación de Singularidad, si había estado en una instalación secreta… ?había muerto ahí? ?O seguía vivo en algún lugar?
El androide Nexus-04 interrumpió sus pensamientos.
“Accediendo a protocolo de seguridad. Requiere autenticación del usuario principal.”
El androide levantó una de sus manos y la acercó a Casey.
"?Qué está haciendo?" preguntó Iris, en guardia.
Lee entrecerró los ojos. "Creo que quiere que Casey lo autorice."
Casey miró la palma extendida del androide. Algo en su instinto le gritaba que no lo hiciera, pero su curiosidad era más fuerte. Si este robot tenía información sobre su padre, si realmente había algo más detrás de Singularidad, no podía dejarlo pasar.
Dio un paso adelante y tocó la mano metálica de Nexus-04.
En un instante, una ráfaga de información golpeó su mente. Fue como si lo hubieran conectado directamente a un torrente de datos crudos: fragmentos de mensajes, esquemas de código, nombres de personas que nunca había escuchado. Y luego, una imagen clara.
Un laboratorio. Oscuro, abandonado, con luces intermitentes. En el centro, una figura humana con el rostro cubierto de sombras. Frente a ella, una pantalla con líneas de código moviéndose a una velocidad imposible.
Y una voz.
“Si alguien encuentra esto… entonces significa que fracasé. Singularidad no puede ser detenida… pero aún hay una posibilidad. Casey… si llegas a escucharme, debes encontrarme. Busca Alfa.”
El enlace se cortó de golpe.
Casey se tambaleó hacia atrás, su respiración descontrolada.
"?Qué viste?" preguntó Lee, preocupado.
Casey miró a sus amigos con el rostro pálido.
"Mi padre… me dejó un mensaje."
El silencio se instaló entre ellos como un peso insoportable. Casey sentía su mente todavía atrapada en la imagen del laboratorio, en la voz de su padre resonando como un eco distante.
Iris bajó el arma lentamente, pero sus ojos seguían fijos en Nexus-04. "Si tu padre dejó ese mensaje, significa que sabía que algo iba a pasar. Tal vez intentó detenerlo."
Lee se pasó una mano por el rostro, intentando procesar la información. "Pero ?por qué nadie más sabía esto? Si Alfa es real, ?por qué no hay registros? Y más importante… si Singularidad lo destruyó todo, ?cómo sigue existiendo este mensaje?"
Casey cerró los ojos por un momento, tratando de calmar su respiración. "No lo sé. Pero si hay una posibilidad de que mi padre haya dejado algo importante… tenemos que encontrarlo."
Nexus-04 permaneció en su sitio, sus luces parpadeando con un brillo tenue.
“Coordenadas de la instalación Alfa: inaccesibles sin permiso de nivel superior.”
Casey apretó los dientes. Siempre había un obstáculo más.
Iris cruzó los brazos. "Entonces encontramos la forma de desbloquearlo."
Lee asintió. "Y rápido. Singularidad ya sabe que estamos aquí."
Casey miró el túnel que se extendía delante de ellos, la única salida que les quedaba. Singularidad no se detendría. Y ahora, no solo estaban huyendo… estaban buscando respuestas.
Sin decir nada más, se giró y comenzó a caminar.
Iris y Lee lo siguieron.
?Y hasta aquí el capítulo de hoy!
?Qué les pareció? En este punto del capítulo, las ideas están más claras que nunca, pero también surgen nuevas preguntas.
No olviden dejar sus comentarios y compartir sus teorías. Nos vemos en el próximo capítulo. ?Gracias por leer!