Jhon y Mysterio avanzaban con extrema precaución, cada uno asegurándose de pisar con cautela para no activar ninguna trampa oculta en la habitación del artefacto. La energía que emanaba del altar era inquietante, vibraba en el aire con una presencia casi tangible. A pesar de su concentración, un escalofrío recorría la espalda de Jhon, como si su instinto le advirtiera de un peligro inminente.

  Mientras tanto, Sombra avanzaba por el pasillo con una velocidad inesperada. Su figura se movía entre las sombras como si estuviera conectado con ellas, un depredador acechando a su presa. Al llegar al final del pasillo, la luz cegadora lo detuvo por un breve instante. No era un enemigo físico, pero le resultaba incómoda, casi como una barrera entre él y su objetivo.

  Cuando sus ojos se acostumbraron al brillo de la habitación, su mirada se dirigió instantáneamente al centro del altar. El brazalete encerrado en el cristal era el epicentro de la energía que había sentido desde el momento en que entró en el templo. Sin embargo, lo que realmente detuvo su avance fue la visión de Jhon y Mysterio, quienes ya estaban a la mitad del camino hacia el artefacto.

  Un sentimiento de urgencia recorrió a Sombra, seguido de una ira contenida. No podía permitir que ellos llegaran primero. Sin vacilar, se impulsó hacia adelante con una velocidad aterradora, su figura se desplazó como una sombra proyectada por la misma luz de la habitación. Jhon, concentrado en el altar, no vio venir el ataque.

  El pu?etazo de Sombra impactó con brutalidad en el rostro de Jhon, el sonido seco del golpe resonó en toda la habitación. La fuerza del impacto lo lanzó por los aires como si fuera un mu?eco de trapo, su cuerpo salió despedido a gran velocidad, golpeando el suelo con violencia antes de deslizarse varios metros.

  Love what you're reading? Discover and support the author on the platform they originally published on.

  Mysterio, que había estado analizando la situación, giró la cabeza en cuanto escuchó el impacto y vio a Jhon volar por los aires. Sin perder un segundo, reaccionó con rapidez, girando sobre sí mismo y lanzando una patada directa al rostro de Sombra, esperando sorprenderlo.

  Sombra no dudó. Con un movimiento calculado, levantó su brazo y bloqueó el golpe con facilidad, sintiendo la vibración del impacto pero sin inmutarse. Como si la ofensiva de Mysterio fuera un mero inconveniente, movió su otra mano hacia adelante y empujó con fuerza contra el estómago del mago.

  El golpe hizo que el aire se escapara de los pulmones de Mysterio en un instante, un dolor punzante recorrió su abdomen cuando sintió la fuerza sobrenatural de Sombra atravesándolo. De su boca salió sangre antes de que su cuerpo fuera lanzado violentamente hacia una de las paredes de la habitación. El impacto fue brutal, la piedra antigua del templo tembló por un instante al recibir el peso de Mysterio.

  Jhon, aún aturdido por el primer golpe, se levantó con esfuerzo, su mandíbula entumecida por el impacto. No iba a dejar que Sombra se interpusiera entre ellos y el artefacto. Con furia en su mirada, se lanzó hacia su enemigo, su espada lista para atacar. Pero Sombra no le dio oportunidad de actuar.

  Con una rapidez sobrehumana, Sombra atrapó el brazo de Jhon y, con un movimiento preciso, lo torció hacia su espalda, inmovilizándolo en el suelo. Jhon sintió un ardor punzante al recorrer su extremidad, la presión era tal que su cuerpo se paralizó en el momento.

  Sombra se inclinó sobre él, acercándose a su oído con una sonrisa cruel. Su voz era baja, calmada, pero cargada de burla. "En este templo, somos como personas normales sin poder... Y aún así, no puedes derrotarme." Hizo una breve pausa, disfrutando el momento. "Pobre Jhon... Cuando consiga el artefacto, mucho menos podrás conmigo. Ríndete de una vez, y tal vez piense en dejarte vivir feliz con tu amada."

  La impotencia se apoderó de Jhon por un instante. Sabía que, sin su poder, estaba en una desventaja abrumadora contra Sombra. Pero rendirse no era una opción. No mientras tuviera fuerzas para levantarse. No mientras el destino del mundo aún dependiera de él.